Sobre música y la mística

Sobre música y mística
RAMÓN ANDRÉS
Hablar de música y mística es hacerlo sobre términos consustanciales, es reflexionar sobre el origen de un lenguaje muy vinculado a las ideas de trascendencia, aunque éste sea un concepto reciente si nos atenemos a los verdaderos inicios de la música, cuando todavía no se habían formulado los dioses y se carecía de un concepto para nombrarlos. Con suproverbial sagacidad, Friedrich Nietzsche escribía en uno de los aforismos de Aurora que el oído era el órgano del miedo, el instrumento capaz de poner en vilo la conciencia, el mejor receptor de lo desconocido y, por lo tanto, de lo imaginado. No es menor que la palabra pánico tenga su origen en un imaginario ataque nocturno, cuando los centinelas, como cuenta Eurípides en el atribuido Resos, creyeronoír a un numeroso enemigo y corrieron en desbandada, cuando en realidad se trataba únicamente de un rebaño provisto de grandes esquilas que retumbaban en la oscuridad, y que guiaba el semidiós Pan, de ahí su nombre. Él propagó el panikós.

©Jordi Badiella, Xop Suei 3. L’actriu girava consirosa
La invisibilidad de lo que hay “al otro lado”, la invisibilidad del más allá, de los dioses o de Dios,quedará revelada a lo largo de la historia en el sonido y su representación de la naturaleza, mucho antes de que implique una imaginación antropomórfica en la configuración ideal de las divinidades. Porque nos interesa ver aquí que mucho antes de la llegada y formación de las creencias religiosas y de las propuestas teológicas, que la música consistía en un vehículo de encaje de lo sobrenatural enla realidad. Hoy sabemos que hace sesenta o setenta mil años se oficiaban rituales funerarios en los que intervenía una música o, si se le prefiere llamar, un conjunto de sonidos que evocaban un trato con lo desconocido. En Shanidar, por ejemplo, hace ya algunas décadas se encontraron los restos fosilizados de flores y vegetales en torno a un cuerpo en lo que sin duda era un ritual funerario, loque explica ese sentimiento de trascendencia del que hablábamos al principio. El hecho de que se hayan encontrado recientemente en el sur de Alemania, en unas valiosísimas excavaciones llevadas a cabo en Suabia, unas flautas de hueso con una antigüedad de cuarenta mil años, es sin duda notable, pero lo realmente importante es que tienen varias perforaciones para constituir una melodía, es decir,para transmitir una organización de sonidos, un lenguaje coherente. Con ello quiero decir simplemente que la memoria musical, del mismo modo que la conciencia, deben retrotraerse mucho más de lo que pensábamos hasta hace unas décadas. Es notable que las sociedades más primitivas buscaron lugares donde conseguir resonancias evocadoras, de ahí que las cuevas fueran lugares rituales; aunque es unateoría controvertida, los estudiosos, con Reznikoff a la cabeza, han comprobado que el lugar de mayor reverberación de las cuevas, o de sus galerías ?los investigadores se han centrado en las cavidades del sur de Francia?, coincide con la presencia de grafismos y símbolos. Sabemos que en las cuevas encontrarán su lugar de meditación el musical Pitágoras, Zoroastro y tantos maestros que tuvieron surevelación en el sonido.
El triunfo, por así decirlo, de lo visual no es más que un alejamiento de aquel primigenio sentir, de aquella audición primordial a través de la cual los seres humanos desarrollaron su intuición, sobre la que empezaron a elaborar sus certezas. Cuando Heidegger decía sagazmente que cuando decimos que no hemos oído bien, en realidad estamos expresando que no hemos«comprendido», no puede por más que servirnos de metáfora, de magnífica metáfora, ya que las antiguas cosmologías tuvieron uno de sus fundamentos en esa capacidad de “entender” lo que suena en la naturaleza, y aun en el cielo, y más todavía, en el universo.
Si pensamos en los fundamentos mismos del pitagorismo y el orfismo, veremos que esto eso era así realmente. Pitágoras, como bien conocemos, aprendió...