Sobre Palés Matos

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Paisajes digestivos: Poetica y politica de
Luis Pales Matos
Y brotas a mi deseo
como esplendido miraje,
ornada con el ropaje
del amor con que te veo.
Te miro, si, placentera
de la Isla separada
como una barquilla anclada
muy cerca de la ribera,
Jose Gautier Beni'tez,
"A Puerto Rico (Ausencia)" (72)

Archipielago
La mar precisa el contorno de lasislas en el horizonte. Aunque
preciso no sea lo que desata el oleaje sobre el litoral, la mar, de algiin
modo, socorre al ojo cuando este rastrea alguna imagen de la isla. Sin
el cuerpo marino la isla no es, la isla no aparece. Ni frontera, ni dique,
tai vez puente vaporoso, caverna humedecida que en la intemperie ya
va enredada al salitre, la mar y la isla se entretejen en la marea que, enun parpadeo, las indiferencia y las delimita. Alli donde un ojo imagine
ori'genes desde el lecho marino, la mar impondra su horizontal y paradojico cuerpo de relaciones con las islas. Pues el cuerpo marino desecha
la exactitud y, de igual modo, comunica la diferencia al territorio de
las islas. La isla es un pluriverso cuando la recoge el archipielago, la
verdad del mar, al decir de MassimoCacciari'. Esa iniciacion en los
recorridos que es todo archipielago "visibiliza" el cuerpo historico y
poetico de las islas. Anado algo mas, la travesia, los desplazamientos
por las islas son aquello que permitiri'a distinguir la singularidad de cada
una de ellas. Entiendase que "un viaje" no es solamente el traslado de
un cuerpo de una isla u otra, de un penon marino al continente o enRevista de Estudios Hispdnicos 41 (2007)

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Juan Carlos Quintero Herencia

direccion contraria. Viajar, atravesar es tambien soportar un cambio de
percepcion, una alteracion perceptiva de la experiencia de lo sensible. Al
interior de estos recorridos o gracias a ellos, para ser precisos, se ha organizado historicamente un reparto de perspectivas, de panoramas que
no estan exentos dejerarquias y de contingencias privilegiadas. El repaso
metaforico de aquello que levanta el perfil de lo islefio es un modo de
acercarse a su pluralidad historica y politica. Esa pluralidad de ningun
modo constituira con caracter de exclusividad un arsenal de contrasenas
redentoras ni un estado ideal para el futuro politico del archipielago.
El viaje por el archipielago es algo que tienen encomiin todas
las islas. Como posibilidad o imposibilidad la travesia comunica al archipielago. Pero esta "comunidad" o comunicacion entre las islas no es
meramente la coincidencia de comportamientos o estilos bajo una casa
o una causa. Lo comunal aqui no es el techo bajo el cual se reiinen las
coincidencias y los compartimientos de la mismidad. La casita donde
algunos se re-conocen. Lacomunidad de este archipielago que apenas
avizorare no es la de aquellos que tienen todo o algo en comiin, sino la
de los que estan dispuestos a acoger lo otro en su irreductibilidad aiin
dandole la bienvenida a la incomprension. Incluso, esta "comunidad"
podria ser siempre la turbiedad polemica de modos de experiencias y
participaciones en un espacio de posibilidades^ Lo que me interesa
son esasheterologias poeticas que le aparecen al archipielago pues alli
emerge una enunciacion singular y ocasiones para la conversacion. Entre
redes poematicas disimiles perseguire, por lo tanto, otros paisajes, logicas con otro modo de aparecerse. Me interesan las horizontalidades que
irrumpen de otro modo en las culturas caribefias como combinatorias
para un saber de la otredad o para la otredadde ciertos saberes.
A diferencia de los ejercicios en la mismidad a los que nos
acostumbran los invariables e incontables rituales identitarios—con sus
remesas multiculturales, sus protocoios para el reconocimiento piiblico
o su cotejo de atributos "propios" de la subalternidad—la singularidad
vendri'a a ser una zona de relaciones, de exposiciones, de a-pariciones
que no busca la union de...