sobre perez avala
TINIEBLAS EN LAS CUMBRES. Novela. Publicada con el seudó-
nimo «Plotino Cuevas».
A. M. D. G. La vida en un Colegio de Jesuítas. Novela.
La PATA DE LA RAPOSA. Novela.
Troteras y Danzaderas. Novela.
La Paz del Sendero. El Sendero innumerable.
Poemas.
Prometeo. Luz de domingo. La caída de los limo-
nes. Tres novelas poemáticas.
LasMÁSCARAS. Ensayos de crítica teatral. Volumen i. (Galdós,
Benavente, los Quinteros, Villaespesa, etc.)
HERMAN, ENCADENADO. Notas de un viaje al frente de gue-
rra italiano.
RAMÓN PÉREZ DE AYALA
POLÍTICA
Y TOROS
ENSAYOS
MCMxvin
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FUTMDADA EN 18 76
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PARATODOS LOS PAÍSES
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RAMÓN PÉREZ DE A Y AL A
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POLÍTICA Y TOROS
MUCHOS DE prólogo
mis lectores les
sorprenderá el tí-
tulo de estas pá-
ginas, por lo me-
nos en la primera
parte del enun-
ciado. ¿Yo, escri-
biendo sobre po-
lítica? Pero ¿entiendo yo algo de política, o me
preocupan,siquiera, las ideas políticas? Sí, me
preocupan, [antes que ningún otro linaje de
ideas; y no porque me inspiren mayor afición,
sino porque, viviendo en España, a cada paso
que doy experimento una manera de congoja,
de asfixia, que no es sino la ausencia de ideas
políticas en el ambiente. A pesar mío, se me
impone la necesidad de conceder a la idea po-
lítica la primacía sobre todootro orden de
ideas, lo cual es harto enojoso para mí y harto
triste para el país en donde me cupo la desdi-
cha de nacer, a deshora.
Si yo viviera en Italia, en Inglaterra, en los
Estados Unidos, en suma, en una nación civi-
lizada, a buen seguro que, dejando de lado la
preocupación política, me dedicaría a una acti-
vidad especializada y absorbente: el arte, la
ciencia, laindustria. Pero, en España es impo-
sible la dedicación pura y plena a una actividad
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PÉREZ DE A Y A L A
preferida, amada. ¿Por qué? Cada español que
juzgue por sí.
Es imposible la dedicación pura y plena
cuando se carece de libertad de espíritu, cuan-
do la voluntad está cohibida. Y esta ausencia
de libertad, cuya certidumbre pone desmayo en
el ánimo y frustra enraíz todo gran empeño,
consiste en saber que la propia obra jamás se
extenderá hasta los naturales límites de la pro-
pia capacidad y perseverancia, sino que por
fuerza ha de permanecer apocada, encogida y
miserable, entre un cerco de obstáculos e im-
pedimentos exteriores, de naturaleza social y,
por ende, de naturaleza política. Todo español,
por ser español, es un hombredisminuido: es
tres cuartos de hombre, medio hombre, un
ochavo de hombre. Ningún español, hoy por
hoy, puede henchir la medida de su potencia-
lidad. Porque España no es todavía una nación
civilizada. Una nación civilizada es aquella en
que está resuelto el problema político y cuyos
ciudadanos gozan de libertad de espíritu y
robustez de voluntad. Entiendo que está re-
suelto el problemapolítico cuando está plan-
teado de común acuerdo, aunque las solucio-
nes de él sean diversas, discrepantes. En toda
nación civilizada hay un mínimo de ideas polí-
ticas comunes a todos los ciudadanos, y luego
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POLÍTICA Y TOROS
un margen de disparidad. Ese mínimo-de ideas
políticas coparticipadas, sin las cuales ni el Es-
tado posee estabilidad ni el individuolibertad,
no se echa de ver todavía en España.
Pero ¿es que, en rigor, importa a la prospe-
ridad de una nación ni a la felicidad de un in-
dividuo el razonable y concertado planteamien-
to del problema político? ¿Es, por ventura, la
política un valor esencialmente humano, cuya
ausencia menoscabe la total perfección y ven-
tura de un hombre? La juventud, la fortaleza,
la salud,...
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