sobre waquant
neoliberal de la inseguridad social
Bruno Lutzu
El sociólogo Loïc Wacquant plantea que el Estado,
y el Estado neoliberal en particular, emplea tres
estrategias para tratar a la marginalidad y la
pobreza. La primera consiste en socializar el desempleo y subempleo mediante políticas asistencialistas que apuntan hacia reducir la visibilidad de
las diferencias declases. Se trata esencialmente
de políticas sociales de corte higienista que buscan
embellecer el paisaje urbano limpiando la obscenidad de una pobreza áspera y provocadora.
Medicalizar a los pobres es la segunda estrategia.
Así, se consideran a las poblaciones vulnerables
de las urbes como enfermos activos o potenciales:
alcohólicos, drogadictos, depresivos o locos, pero
también poblaciones mássusceptibles de sufrir
patologías crónicas e infecciosas: sida, obesidad,
diabetes, virus, etc. La tercera vertiente del u Profesor
investigador de
Estado contemporáneo para combatir la pobreza la Universidad
es la penalización. El proceso de normalización Autónoma
Metropolitanade las conductas conlleva la promulgación de Xochimilco.
decretos que tipifican y penalizan los hábitos deBrunolutz01@yahoo.
los que menos recursos económicos tienen. “La com.mx.
penalización funciona como
una técnica para la invisiWacquant, Loïc (2010). Castigar a los pobres:
bilización de los problemas
el gobierno neoliberal de la inseguridad social.
Barcelona: Gedisa, 446 páginas.
sociales que el Estado, como
Espiral, Estudios sobre Estado y Sociedad
Vol. XX No. 57 Mayo / Agosto de 2013
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Bruno Lutz
palanca burocrática de la voluntad colectiva, ya no puede o
no quiere tratar desde sus causas, y la cárcel actúa como un
contenedor judicial donde se arrojan los desechos humanos
de la sociedad de mercado”. A estas tres grandes estrategias debe agregarse la política neoliberal que promueve la
“responsabilidad individual” y la sumisión al libre mercado.
Wacquant menciona que el Estado desarrolla unaserie de
estrategias represivas a partir de la construcción ad hoc de
representaciones falseadas de la inseguridad pública, por
lo que este último se enfoca en atacar las incivilidades, es
decir las premisas individuales del desorden que rompen
con la moral, aumenta el número de leyes y reglamentos,
estigmatiza categorías de la población, consolida la vigilancia y acción policiaca, castiga conseveridad, y perdona
nada ni nadie.
Ahora bien, el pensador europeo no concibe una voluntad
única, consciente y omnipotente, detrás de estas políticas
represivas que sería como una intencionalidad maquiavélica
libre de actuar. Al respecto, Wacquant escribe:
[...] rechazo enérgicamente la opinión conspirativa de la historia que
atribuía el desarrollo del aparato punitivo en las sociedades avanzadas
aun plan deliberado ejecutado por dirigentes omniscientes y omnipotentes, sean políticos, empresarios o la diversa gama de personas que
se benefician del mayor despliegue e intensidad del castigo y de los
programas de supervisión destinados a los derechos urbanos propios
de la desregulación.
El autor de Castigar a los pobres opina que esta situación
contemporánea de liberación delciudadano-trabajador
de sus antiguas garantías y el concomitante encierro de
los marginados, es producto de una batería de iniciativas
políticas y consensos construidos en torno a cierto tipo de
inseguridad. Wacquant plantea que esos procesos supraindividuales e incluso supra-colectivos se articulan sobre
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Castigar a los pobres: el gobierno neoliberal de la inseguridad social
la base de una filosofíapolítica acéfala de tratamiento de
las clases bajas cuyos enunciados se vienen difundiendo
de manera subliminal en las elites. La tesis de este libro
escribe Wacquant, “es que Estados Unidos está abriendo
camino hacia una nueva clase de Estado híbrido, diferente
del Estado protector, en el sentido que se da a ese término
en el Viejo Mundo, y del Estado minimalista y no intervencionista que se atiene...
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