Sobreviviendo a la sociedad destructora de emprendedores
¿Quiénes son?, ¿Dónde los capacitan?, ¿Los fabrican en serie?… No lo sé, pero seguramente te has topado con uno de ellos tu también.
Un encuentrocon la SDE fue no hace mucho, cuestión de dos o tres semanas. Me encontraba entusiasmadamente platicando aspectos generales sobre el emprendimiento actual de Novigo con un compañero del trabajo, cuandollegó otro compañero, supervisor. Se incluyó en la plática. Escuchó, asintió con la cabeza y esperó a que terminara de exponer la idea general del emprendimiento. Al terminar, preguntó con un aire deincredulidad: “¿…y cómo harán para conseguir clientes?”, “Con publicidad, e-mails, presencia en redes sociales y, si es necesario, ¡registrándolos a pie, de uno por uno!” -repliqué, a lo querespondió con un sonido que solo se me ocurre representar como “¡Pfff!”. Enseguida despotricó con todos los argumentos que la SDE gusta aplicar en estos casos: “No va a funcionar”, “Estas loco”, “No van adurar ni un mes”, “¿Y dónde está la ganancia?” y remató con un sórdido: “¡Que hueva!”.
Ese ataque de la SDE me dolió mucho en particular. No porque tenga razón el sujeto en cuestión, sino que, por ellugar de donde viene, la preparación que tiene y el puesto que ocupa, yo esperaría otra reacción de esa persona. Mi error por creer que la posición social, jerarquía laboral y educación le bastaríanpara sentir empatía con un emprendedor. Ahora sé que la SDE acepta miembros de toda clase.
Otra respuesta que he obtenido y que me da risa y, a la vez, tristeza, es cuando dicen: “¡Ah!, ¡pero eso yaexiste!”.
Yo no sé dónde se dijo que un emprendimiento, o simplemente una idea, debe ser algo que no exista. Imagínate si así fuera, la tasa de surgimiento de nuevos proyectos iría decayendo...
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