Sociales

Buenas tardes:
Ayer me levante a las cuatro de la mañana- como siempre- y me sumergí en las heladas aguas delas madrugadas capitalinas para reanímame. Como un rayo mevestí y arregle porque el reloj no dejaba de acosarme con su tic tac-como de costumbre- . Salude a mi abuela y ella me dio el desayuno para llenarme de energía y comenzarbien el día- que hubiera sido de todos estos años sin ella alimentándome bien-
Salí de mi casa y me fui a paso ni muy rápido ni muy lento por aquella calle que herecorrido alrededor de quinientas veintitrés veces en mi vida, llegue al lugar al que siempre llego después de ese recorrido de diez minutos –para unos mas para otros menos- yaunque el día era nublado como la mayoría de los días en Bogotá y el tiempo seguía siendo percibido por nuestra mente aunque no fuese factible- como lo señalaría Kant- ayer nofue un día cualquiera. Ayer fue la última vez que pise esa casita de paredes decoradas por sabios y genios; donde las luces alógenas iluminaron nuestras mentes permitiendoque esos maestros- sabios en potencia, amigos de corazón y líderes innatos-sembraran en nosotros semillitas de duda, que descartes señala como fuente de conocimiento. Ayerfue la últimas vez que me senté en esos pupitres tallados con esferos que son una muestra de arte moderno que a muchos no agrada pero que tomo tiempo al artista crear; ayerfue la ultima vez que corrí de lado a lado por todos los rincones de esa casita recogiendo memorias y escribiendo en cada uno de sus ladrillos historias de vida quequedaran ahí por siempre; ayer fue la ultima vez que vestí de uniforme y me vi con mis amigos en medio de un salón de clases porque hoy le estoy diciendo adiós a mi colegio.