SOCIALES


“¡Matad, matad! No hay inocentes entre los alemanes”, se dijo a las tropas soviéticas, y así el final de la Segunda Guerra Mundial vino por el lado de los aliados: la URSS, EEUU y el Reino Unido.Roosevelt, presidente de Estados Unidos quiso hacer justicia permitiendo que Stalin ejecutara 50 mil soldados alemanes en el lado oriental, mientras éste sacaba adelante su victoria en el ladooccidental, pero lo que no previó fue que la matanza de alemanes no pararía en los soldados, y que Stalin comenzaría a ordenar las muertes de miles de civiles alemanes, causando terror por todo el territorio.Hitler había hecho su intento de arrebatar la victoria con un último golpe en lo que fue llamado Bruma Otoñal, en Las Ardenas, pero su egoísmo no lo dejó ver más allá de su deseo de victoria y suplan inevitablemente fracasó, asegurando así la victoria de los aliados, dejando además en negligencia la crisis económica y deficiencia de recursos que experimentaba Alemania.
Después de la guerra, lascosas entre los aliados comienzan a complicarse, y pronto las reuniones entre los tres líderes pasan de ser amistosas a ser notoriamente tensionantes. Roosevelt Y Churchill esperan convencer al líderde la URSS, Iosif Stalin a que crea en la democracia (“¡yo estoy orgulloso de temerlos! ¡Estoy orgulloso del derecho del pueblo británico a cambiar su gobierno cuando le parezca oportuno!”), pero ésteno parece estar de acuerdo con tales ideales. Pronto, Roosevelt, quien además está en camino a su cuarta elección, comienza a desconfiar de Stalin. Y para hacer las cosas aún más difíciles, Franciatambién pasa a ser parte de estas reuniones, pero sólo como partido secundario. De esta manera es como transcurren las reuniones post-victoria, en donde temas como la unificación de Polonia, la Cartadel Atlántico, la ley de préstamo y arriendo, un acuerdo sobre las influencias en los Balcanes, las divisiones políticas y territoriales, y las invasiones en territorio africano son discutidas. ...