Sociedad
Por María Jimena Duzán
OPINIÓNSantos no puede caer en el mismo escenario de Uribe y convertir a la política exterior en instrumento de su pelea personal.
GuillermoTorres
Si hay un renglón en el que el presidente Santos se ha diferenciado del expresidente Álvaro Uribe es en el manejo que le ha dado a la política exterior. Con Santos el país volvió a tener unapolítica internacional decente, respetuosa de los vecinos y diseñada con el propósito de integrar el país al
mundo. De ahí que me hubieran causado tanta inquietud dos hechos que ocurrieron la semana pasaday que reflejan un desdén por la política exterior que se le conocía a Uribe, pero no a Santos.
El primero de ellos tiene que ver con su sorpresiva propuesta de pedir que se levante la reservasobre las actas de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores y el espíritu revanchista que la impulsa más propio de un alma indómita como Álvaro Uribe que de un político de buenas formas como lo esJuan Manuel Santos. Según lo dejó entrever en Caracol Radio, si se levantan esas reservas el país podría constatar que su gobierno no tuvo nada que ver con la fallida defensa ante La Haya y quedaríaclaro quiénes habrían sido los reales responsables de ese desastre que tanta mella le ha hecho a Santos en las encuestas. (Huevo es, gallina lo pone: los señalados serían los gobiernos de AndrésPastrana y de Álvaro Uribe).
El problema es que este ajuste de cuentas tendría un costo monumental para el país porque al levantar la reserva toda la estrategia de defensa frente a los pleitos quetenemos con Venezuela y Ecuador, por solo hablar de esos, quedarían expuestos. La política exterior colombiana quedaría ultrajada y el país perdería los argumentos que habría trabajado durante años parasu defensa. Si lo que se trata es de sacarse el clavo con Uribe, ¿no habrá otra forma de hacerlo que no le cueste tanto al país?
Si a este escenario tan poco promisorio le agregamos la...
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