Sociolgia

ANTROPOLOGÍA TEOLÓGICA
Relatos de creación del hombre

i. El relato yahvista1: Gn2, 4b-25

Se le designa como J (pues en alemán se dice Jahwist).
Se denomina yahvista porque sus autores suelen designar a Dios con el nombre Yahvé (o más bien YHWH); suelen describir a Dios con reacciones y actitudes humanas, como un Dios familiar y cercano, y tienen un interés especial en el territoriodel Reino de Judá y en personas relacionadas con su historia.

El relato yahvista (J) es bastante más antiguo que el relato sacerdotal (P), y a diferencia de éste no contiene propiamente hablando un relato de creación del mundo, sino del hombre. Es interesante destacar que las culturas antiguas los relatos de creación dl hombre preceden a los de creación del mundo. Pero en el J más que indagaracerca del origen del hombre, lo que le interesa es el origen del mal: ¿Cómo explicar la existencia del mal en una realidad procedente y dependiente de un Dios bueno? Para responder a esta interrogante, el autor articula su relato en dos partes: en la primera (Gn 2) presenta a los protagonistas del drama que se desarrollará en la segunda (Gn 3), situándolos en un mundo en el que todo está en orden ylas relaciones recíprocas de sus habitantes discurren en un clima de pacífica familiaridad.

De acuerdo a los estudios realizados en el texto, tal como ha llegado hasta nosotros, confluyen relatos que preexistieron separadamente en la tradición oral de Israel. También se han detectado rastros del poema 7 sumerio de Gilgamés. Lo importante es que J consigue para el conjunto una visión unitariay completa de la creaturidad del hombre, en el horizonte de una doctrina teológica que nos quiere transmitir. En otras palabras, es un relato con una apariencia mítica en cuanto a la materialidad del relato, que ha sido interpretada teológicamente a la luz de la fe en Yahvé.

vv.4b-6
El día en que hizo Yahvé Dios la tierra y los cielos, 5 no había aún en la tierra arbusto alguno del campo yninguna hierba del campo había germinado todavía, pues Yahvé Dios no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre que labrara el suelo. 6 Pero un manantial brotaba de la tierra, y regaba toda la superficie del suelo.

Traducción de la Biblia de Jerusalén
Cuando el J nos relata que “no había hombre que labrara el suelo” hace de la tierra algo que sólo con el trabajo humano empieza acobrar sentido. Con esto deja en claro que el mundo está orientado antropocéntricamente.

v.7
Entonces Yahvé Dios formó al hombre (adam) con polvo del suelo (adamah), e insufló en sus narices aliento (neshmah) de vida, y resultó el hombre un ser viviente (nefes hajja).

Por una parte, el sustantivo adam significa el ser humano en general, la humanidad, no un personaje singular llamado Adán.Por otra, hay que aclarar que lo que Dios forma es “el hombre” (adam), no el cuerpo. Lo que Dios insufla no es el alma, sino el “aliento” (neshamah), que prácticamente es sinónimo de nefes. El resulta de esta operación en dos tiempo es el “ser viviente” (nefes hajja).
Este antropomorfismo de un Dios alfarero que modela con barro una figura humana y la hace vivir insuflándole el aliento,enfatiza dos cosas. Por una parte, enfatiza la relación del hombre con la tierra: adam es de la adamah (el mismo parentesco etimológico se recoge en latín: homo – humus). Al final de la existencia humana, adam torna a la adamah de la que procedía (Gn 3,19). Y entre esta doble relación de origen y destino, la vida del hombre trabaja la adamah (vv. 5.15). Por otra parte, en cuanto el hombre ha sidoformado del barro, su complexión es frágil como la vasija quebradiza; pero lo más importante es que depende de su Creador como la vasija del alfarero que la creó. Ésta es una idea frecuente en la Biblia (Si 33,13; Jr 18,1-6; Jb 10,8-9; Sal 103,14; Is 45,9; Rm 9,20; etc.).

Por lo tanto, la imagen del Dios alfarero sintetiza dos relaciones constitutivas del ser humano: a la tierra y a Dios. En...