Sociolog a e historia Peter Burke

Pctcr Burke:
Sociología c historia

El Libro de Bolsillo
Alianza Editorial
Madrid

Sección: Humanidades

Título original: Sociology and llittcry
Traductor; Belén Urrutia Domínguez

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para Zev

Peter Burke, 1980
Ed. cost.: Alianza Editorial, S. A., Madrid, 1987
Calle MiHn, 38, 28043 Madrid; teléf, 200 00 45
:
ISBN: 84-206-0278-7
Depósito legal: M. 29.838-1987
Papel fabricado por.Sniacc, S. A.,
Fotocomposictón: EFCA, S. A.
Avda. del Doctor Federico Rubio y Galf, 16 28039 Madrid
Impreso en Lavel. Los Llanos, nave 6. Humanes (Madrid)
Priintcd In Spain

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Prefacio

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Este es un libro de dos direcciones orientado en dos
sentidos al mismo tiempo, porque se ha escrito tanto para
ios sociólogos como para los historiadores, además de
tratar de ambos. Por esta razón he intentado dar muypocas cosas por supuestas. El lector debe conocer la
tendencia profesional del autor. Yo estudie historia y
todavía me dedico a ella, concentrándome en la historia
cultural y social de Europa en los siglos XVI y XVU. Fue al
plantearme escribir historia social cuando entré en con­
tacto con la sociología y con la antropología social, una
disciplina que en este ensayo juega un papel más impor­tante de lo que sugiere su título. Tengo una deuda
importante con los sociólogos y los antropólogos sociales
de la Universidad de Sussex y de otras instituciones, que
me han ayudado a entender algo de lo que hacen y por
que lo hacen, y también con otros historiadores que han
evolucionado en Ja misma dirección por razones simila­
res, especialmente Asa Briggs, Alan Macfarlane, Raphael
Samuel y KcithTilomas’. También me gustaría agradecer
a John Barnes, Tom Bottomorc, Stefan Coilini y Kcith
Hopkins sus observaciones sobre-el borrador. Este libro
está dedicado al sociólogo de quien más he aprendido.

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Sociólogos e historiadores
Un diálogo de sordos

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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR
DE SAN MARCOS

Biblioteca de Ciencias Sociales
Los historiadores y los sociólogos no son siempre
buenosvecinos. Sin duda son vecinos intelectuales en el
sentido de que ambas disciplinas, junto con la antropolo­
g í a social, estudian las sociedades en conjunto y todos los
>^ \ tipos de comportamiento humano. La sociología puede
definirse como el estudio de la sociedad humana, ponien­
do el acento en las generalizaciones sobre su cstructurq/
La historia puede definirse como el estudio de las socie­dades humanas, dcsta^ndo las diferencias que hay entre
ellas y los cambios que^sc han producido en cada una a lo
\ largo cfeíticmpo. Los dos enfoques son claramente com­
plementarios. El cambio está estructurado, y las estructu­
ras cambian. Sólo comparando una sociedad determinada
con otras podemos descubrir en que aspectos esa socie­
dad es única.
Cada disciplina puede ayudar a la otra alibrarse de una
cierta limitación. Los historiadores corren este riesgo en
o ' <*■ un sentido más literal. AI especializarse en un ámbito y
\ un período determinados, pueden llegar a considerar su

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«campo» como territorio único, más que como una combinaciómúnica~&réIemcntos con paralelos en otros ámbi­
tos. Los sociólogos están limitados_CM-_un-ieniijdo-mns
metafórico; lajsuya escuna limitación.eje época, más.que
de espacio, siempre que g(mcra[i¿ai\.Jiobxc_ia.j.^s.ocjcciad»
basándose únicamente en la experiencia contemporánea,
o expHeán efeam^io social tornando un.período de treinta
años, por ejemplo, sin observar los. procesos a largo
plazo.
Tanto los sociólogos como los historiadores ven la paja
en el ojo de su vecino. Por desgracia,cada grupo tiende
a percibir al otro en términos estereotipados. En Gran
>. t ¡c Bretaña ai menos, muchos historiadores todavía considcvCftpyj ran a los sociólogos como personas que exponen lo obvio
($ en una jerga bárbara y abstracta, que carecen del sentido'
>A$Cer)^cl l,cmP° y del Jugar> Aprisionan a los individuos en
^ /categorías rígidas y, para colmo, creen que estas activida1
( des son...