sociologia cazadores de lunes en la noche
LOS CAZADORES DE LA NOCHE DEL LUNES
El instinto de la caza tiene [un] [...] origen remoto en la evolución de la raza. El instinto cazador y el de lucha se combinan en muchas manifestaciones [...] Puesto que el afán sanguinario de lo seres humanos es una parte primitiva de nosotros, resulta muy difícil erradicarlo, sobre todo cuando se promete como parte de la diversión una pelea ouna cacería.
Hay estrellas del deporte que ganan cincuenta veces el salario anual del presidente de Estados Unidos; los hay que, tras retirarse, consiguen ser elegidos para ocupar altos cargos. Son héroes nacionales. ¿Por qué, exactamente? Existe aquí algo que trasciende la diversidad de los sistemas políticos, sociales y económicos. Algo muy antiguo. La mayor parte de los principales deportesse hallan asociados con una nación o con una ciudad y son símbolo de patriotismo y de orgullo cívico. Nuestro equipo nos representa —en tanto pueblo— frente a otros individuos de algún lugar diferente, habitado por seres extraños y, quizás, hostiles. (Cierto que la mayoría de «nuestros» jugadores no son realmente «nuestros».Se trata de mercenarios que, sin reparo alguno, abandonan el equipo de unaciudad para ingresar en el rival: un jugador de los Piratas [piratas] de Pittsburgh se convierte en miembro de los Angers [ángeles] de California; un integrante de los Padres de San Diego asciende a la categoría de miembro de los Cardinal [cardenales] de St. Louis; un Sarrio [guerrero] de California es coronado como uno más de los Kings [reyes] de Sacramento. En ocasiones, todo un equipo emigra aotra ciudad.) Una competición deportiva es un conflicto simbólico apenas enmascarado. No se trata de ninguna novedad. Los cerotee llamaban «hermano pequeño de la guerra» a su propia versión de
Lacrosse
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Y ahí están las palabras de Max Rafter, ex superintendente de instrucción pública de California, quien, tras calificar a los enemigos del fútbol americano universitario de «imbéciles,inútiles, rojos y melenudos extravagantes y charlatanes», llegó a decir: «Los futbolistas [...] poseen un espléndido espíritu combativo que es América misma.» (Merece lapona reflexionar sobre la cuestión.)A menudo se cita la opinión del difunto entrenador Vence Lombardi, quien afirmó que lo único que importa es ganar. George Allen, ex entrenador de los Redskins [pieles rojas] de Washington,
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Loexpresó de esta manera: «Perder equivale a morir.»Hablamos de ganar y perder una guerra con la misma naturalidad con que se habla de ganar y perder un partido. En un anuncio televisivo del ejército norteamericano aparece un carro de combate que destruye a otro en unas maniobras, después de lo cual el jefe del vehículo victorioso dice: «Cuando ganamos, no gana una sola persona, sino todo el equipo.»La relación entre deporte y combate resulta por demás clara. Los
Fans
. Las tribunas se vinieron abajo y murieron docenas de personas. En 1969, después de tres encarnizados partidos de fútbol, carros de combate de El Salvador cruzaron la frontera de Honduras y bombarderos de aquel país atacaron puertos y bases militares de éste. En esta «guerra del fútbol», las bajas se contaron por millares. Lastribus afganas jugaban al polo con las cabezas cortadas de sus enemigos, y hace 600 años, en lo que ahora es Ciudad de México, había un campo de juego donde, en presencia de nobles revestidos de sus mejores galas, competían equipos uniformados. El capitán del equipo perdedor era decapitado y su cráneo expuesto con los de sus antecesores (se trataba, probablemente, demás apremiante de losacicates).Supongamos que, sin tener nada mejor que hacer, saltamos de un canal de televisión a otro sirviéndonos del mando a distancia y aparece una competición en la que no estemos emocionalmente interesados, como puede ser un partido amistoso de voleibol entre Birmania y Tailandia.
¿Cómo decide uno por qué equipo se inclina? Ahora bien, ¿por qué inclinarse por uno u otro, por qué no disfrutar...
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