Sociologia - Dispositivo del Poder
El hecho social del cual partimos para desarrollar el presente trabajo, es
La marcha por
la despenalización del cultivo y el uso de la planta de cannabis sativa
, a la cual acudieron más
de 150 mil personas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, realizada el día 2 de Mayo de
2015. Creemos que este evento trata un tema muy delicado, puesto que el uso de la planta de
cannabis no es bien visto por la sociedad. El discurso del orden ha implantado en el imaginario
social una “realidad” que lo prejuzga, lo cataloga como algo negativo, condenando a sus
usuarios.
Expondremos distintos puntos de vista alrededor del evento, y sobre el tema, para
escuchar las distintas voces, ideas y fundamentos.
Como menciona Marí, en el dispositivo del poder “concurren y convergen (…) dos
instancias distintas pero no independientes” como son: “el discurso del orden y el imaginario
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social”
. El discurso del orden “asigna al resultado y producto social en una dada relación de
fuerzas, una propiedad natural o divina: la de ser un orden necesario “para el provecho del
mundo” aunque se trate, en verdad, de un cierto orden, osea, orden impuesto “para el propio”
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provecho (…) de la clase privilegiada”
. Por otro lado el imaginario social son “las prácticas de
solicitación y manipuleo del psiquismo humano (…) en el que se hacen matemáticamente
posible las condiciones de reproducción del discurso del orden”. También podemos mencionar
1“otro elemento esencial del dispositivo del poder (…) : la fuerza.”
Si aplicamos este mecanismo disciplinario a nuestro caso, mediante el discurso del
orden, que es el espacio de la ley, se prohíbe el uso y se castiga al usuario del cannabis; de la
misma manera a través de grandes campañas en contra de la planta, se instaura en el imaginario social que su uso es nocivo y perjudicial.
Luego, el Estado pone en funcionamiento la fuerza, que “encuentra su modo más
racional de comunicación social al apropiarse de (…) los mecanismos de obediencia y control
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social del derecho”
; y aplica penas y castigos. Existe entonces desde la normativa, el miedo al
castigo proporcionado por la fuerza, un alejamiento y un rechazo antes que un cuestionamiento, reflexión o debate acerca de las verdades y los mitos que rodean a nuestro asunto.
Esto se debe a que en la sociedad actual se ha eliminado la necesidad de encontrar el
origen de muchas consecuencias en las que vivimos sumergidos. Gran parte de la población
reproduce lo inculcado por las instituciones, negando los fundamentos de la gente que hace uso
de la planta de cannabis sin antes preguntarse cómo y porqué surgió este discurso. Como
explicó Doug Yurchey en su ensayo La
conspiración contra la marihuana
:
“Datos históricos ponen en evidencia el valor que otorgaban las sociedades a esta
planta previo a su prohibición (...) La fibra del cáñamo (planta de Cannabis), es de
mayor calidad que la fibra de la madera. Menos sustancias químicas cáusticas son
requeridas para hacer papel del cáñamo que de árboles. El papel del cáñamo no se
vuelve amarillo y es muy duradero. La planta crece rápidamente hasta la madurez en
una mera estación, mientras al árbol puede tomar hasta una vida humana lograrlo. La
marihuana no es perjudicial a la mente ni al cuerpo. La marihuana tampoco es una
amenaza pública. La marihuana es peligrosa para las compañías petroleras, las
industrias químicas, del alcohol y el tabaco. Grandes empresas, con muchos dólares e
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influencia, han suprimido la verdad que yace tras la marihuana”
Según los fundamentos del autor, en los Estados Unidos fue legal pagar impuestos con
cáñamo ...
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