Sociologo
Cuanto más se reprime el sexo, mayor es la probabilidad de la violencia sexual
Ian buruma. Enero 10. 2013
La Nación, costa rica
NUEVA YORK – El comportamiento sexual humano puede ser peligroso, como lo corrobora una vez más la espantosa violación de una mujer de 23 años en un autobús, ocurrida en diciembre en Deli. Cuando volvían de ver una película, ellay su novio fueron golpeados por seis hombres que luego violaron a la mujer y la atacaron con una barra de hierro, brutalmente, durante más de una hora. Trece días después, murió por las heridas.
Suele decirse que las violaciones no son en realidad una cuestión de sexo, sino de poder. Es cierto. Pero las violaciones no están desvinculadas del sexo. En una violación, el acto sexual se usa como unaforma de tortura o incluso, en algunos casos, como un arma letal.
Pero no era eso lo que tenía en mente el papa Benedicto XVI cuando hace poco se refirió a los peligros del comportamiento sexual. En su discurso de antes de Navidad ante la Curia Romana, el Papa no mencionó las violaciones; mucho menos el asesinato con connotaciones sexuales cometido en Deli. En cambio, en su defensa de la familia(o, en sus propias palabras, de la unión sagrada entre un hombre y una mujer) destacó de qué manera los arreglos sexuales por fuera de esa unión son una amenaza a la civilización humana. Lo que tenía en mente, aunque no lo dijera, eran las uniones homosexuales.
Discurso confuso. Fue un discurso extremadamente confuso. Su disquisición sobre los peligros que supone el matrimonio entre personas delmismo sexo fue a continuación de un fragmento en el que deploró la tendencia moderna a evitar compromisos duraderos en las relaciones humanas, como si el matrimonio gay no tuviera que ver precisamente con eso. Por supuesto, en opinión del Papa, en las relaciones homosexuales el compromiso es parte del problema: hay cada vez más personas, especialmente en Occidente, que reclaman la libertad deelegir sus propias identidades sexuales en vez de apegarse a los roles “naturales” y “sancionados por Dios”.
Las palabras del Papa sugieren que la homosexualidad es una especie de estilo de vida electivo, una forma de decadencia moderna (un acto secular, e incluso blasfemo, contra Dios), más que un hecho innato. Esta es una creencia común a muchos creyentes religiosos conservadores, sean católicos,protestantes, judíos o musulmanes.
Es elocuente que Benedicto citara a Gilles Bernheim, gran rabino de Francia, quien expresó puntos de vista similares sobre las amenazas contra la familia convencional.
El temor al comportamiento sexual es una de las razones principales por las que la mayoría de las religiones establecen reglas sexuales estrictas. Una de las formas de contener nuestrospeligrosos deseos es el matrimonio. Se supone que restringir la conducta sexual a la procreación ayudará a que el mundo sea más seguro y pacífico. Como las mujeres excitan los deseos de los hombres, se piensa que cuando están fuera de los límites del hogar son una amenaza. Por eso, en algunas sociedades no se les permite atravesar esos límites o solo se les permite hacerlo si están totalmente cubiertas yen compañía de un pariente masculino.
Benedicto no llega a tanto; tampoco pregona la violencia contra los homosexuales. Por el contrario, se ve a sí mismo como un hombre de paz, profundamente civilizado. Pero me atrevo a decir que, en realidad, su discurso alienta el tipo de agresión sexual que puede dar lugar a salvajadas como la de Deli.
Los seis violadores que mataron a la joven mujer no erandecadentes modernos que eligieron desafiar a Dios y a la naturaleza reclamando nuevas libertades seculares, mucho menos identidades sexuales heterodoxas. Por lo que es posible conjeturar en este caso (y en muchos otros similares), son los productos semiurbanizados de una sociedad rural altamente convencional, donde los roles de los hombres y, especialmente, de las mujeres, están estrictamente...
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