SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN

La Cara Oculta de la Escuela. Mariano Fernández Enguita. Edit Siglo XXI 1990.

La pobreza creciente que ha experimentado nuestro país en los últimos años afecta directamente el escenario educativo. Las escuelas, instituciones que vienen siendo vistas como espacios de contención social, albergan actualmente en su seno desde comedores hasta debates acerca de cómo tejer los límitesde lo escolar.
En gran cantidad de casos, se detectan dificultades, en los vínculos entre docentes y alumnos que pertenecen a los sectores menos favorecidos, el encuentro entre los adultos con imágenes de lo que es un niño y los niños reales puede tomar la forma de un desencuentro . Las imágenes, las tematizaciones, las representaciones que tienen en ocasiones, los docentes acerca de los niñosy los jóvenes de los sectores menos favorecidos influyen en el vínculo, produciendo tensión entre la cultura escolar y la juvenil; afectando directamente el proceso de enseñanza-aprendizaje. Los alumnos no son lo que los docentes esperan, y la escuela no responde a las expectativas de los alumnos, perdiendo el sentido para ellos.
A partir de aquí, resulta válido interrogarse acerca de : ¿Cuáles son las representaciones que surgen en el ámbito escolar? ¿Desde qué cultura debe enseñar un maestro a sectores empobrecidos? ¿Existe una cultura de la pobreza? ¿Qué papel debe jugar el maestro frente a ella? ¿Se necesita una estrategia pedagógica especial? ¿Cómo se concibe al otro-pobre en el campo de la educación? ¿Cómo se posicionan las teorías sobre la diversidad y/o diferencia frente alproblema de la pobreza? ¿Constituyen las diferencias de clase diferencias a ser respetadas?
Para comenzar, es importante, abrir un espacio para interrogar el discurso de la pedagogía acerca de qué se dice y qué se calla, qué miradas se tienen sobre la pobreza del otro “pobre”; por ello, resulta de fundamental importancia desnaturalizar aquellos discursos que contribuyen al establecimiento decircuitos diferenciados al interior de la educación básica y que, planteándose “democratizadores” producen una estigmatización del otro pobre que sólo viene a profundizar aún más la situación de desigualdad social en la que se encuentra.
Cabe mencionar, que el docente construye representaciones sobre sus alumnos sobre propiedades que “objetivamente” los caracterizan, pero estas representacionessimbólicas no son una simple constatación de las mismas , ya que en dicha construcción interviene la subjetividad del docente, su esquema de percepción , su sistema de predisposición, sus valoraciones resultado de su historia y su experiencia de vida.
A su vez, estas representaciones no pertenecen a un docente individual, sino que son construcciones sociales e históricas.
Los alumnos, son descriptosmuchas veces, mediante atributos de imposibilidad: “tienen mal comportamiento”, “ son rebeldes”, “no están cuidados”, “están mucho en la calle”.
Por lo tanto, la descalificación que el ámbito escolar, realiza sobre los alumnos que pertenecen a sectores desfavorecidos es reiterada.
Esto se vincula íntimamente con la falta de expectativa de los docentes, ya que se reducen los objetivos porcumplir, se implementan acciones sin muchas expectativas de resultado , pues de acuerdo al contexto socio-familiar poco se espera de estos alumnos . La actitud de resignación no permitiría conocer realmente a los alumnos , ya que de antemano se considera que es poco o nada lo que se puede hacer.
Aparecen cuestiones donde se hace especial referencia a la falta de hábitos de estudio por lo cual esválido preguntarse si el niño ya debe tener dichos hábitos o si es la escuela la que debe impartirlos, una queja habitual es que los alumnos no realizan las tareas escolares, en este contexto, resultaría necesario replantearse la función de las tareas, ya que la mayoría de los padres son analfabetos o con muy poca escolaridad y no pueden ayudar a sus hijos.
Además en la representación de los...