Socrates
El método socrático.
Sócrates(469-399 a.c), hijo de un escultor, era gordo, calvo, de nariz chata y respingona y desaliñado. Su apodo era “el tábano”, porque aguijoneaba a las personas para que pensaran claramente por sí mismas.
Fue condenado a muerte en 399 a.c.por el gobierno democrático de Atenas, por negarse areconocer a los dioses.
Nunca fue dogmático ni autoritario, pero, para muchos jóvenes, parece que fue una especie de gurú.
Sócrates creía que lo más importante de los seres humanos es que hacen preguntas. También decía que existía un auténtico conocimiento moral y que merecía la pena buscarlo como un fin en sí mismo.
Para Sócrates, “la vida sin examen no es digna de ser vivida”. Se trata de unaidea perturbadora. La mayoría de los adultos evitan las preguntas relativas a su propia vida moral; prefieren ganar dinero y llevar una vida de serenas rutinas. “El tábano” alentaba a los jóvenes a pensar por sí mismos y a cuestionarse todas las reglas morales habituales de los adultos. Sócrates no quería ser un gurú transmisor de sabiduría.
Solía desconcertar a la gente con preguntas como “¿Quées un buen comportamiento?” o “¿Qué es un Estado?”, poniendo después de manifiesto lo poco que sabía la gente sobre la moralidad o política. Siempre recalcaba que el hombre sabio es “aquel que no sabe nada”. Sócrates perfeccionó un método de indagación del que hoy se enorgullecen bastante los filósofos.[pic]
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Fragmentos extraídos de Obras completas de Platón. Buenos Aires, ed .Anaconda 1946.
1) Yo no sé atenienses la impresión que habrá hecho en vosotros el discurso de mis acusadores. Con respecto a mí, confieso que me he desconocido a mí mismo; tan persuasiva ha sido su manera de decir. Sin embargo, puedo asegurarlo, no han dicho una sola palabra que seaverdad.
Pero todas sus calumnias, la que más me ha sorprendido es la prevención que os han hecho de que estéis muy en guardia para no ser seducidos por mi elocuencia. Porque el no haber temido el mentís vergonzoso que yo les voy a dar en este momento, haciendo ver que no soy elocuente, es el colmo de la impudencia, a menos que no llamen elocuente al que dice la verdad. Si esto es lo quepretenden, confieso que soy un gran orador; pero no lo soy a su manera; Porque, repito, no han dicho ni una sola palabra verdadera, y vosotros vais a saber de mi boca la pura verdad, no ¡ por Zeus! En una arenga vestida de sentencias brillantes... Como lo son los discursos de mis acusadores, sino en un lenguaje sencillo y espontáneo; porque descanso en la confianza de que digo la verdad, y ninguno devosotros debe esperar otra cosa de mí...
Por lo pronto soy extraño al lenguaje que aquí se habla. Y así como si fuese yo un extranjero, me disimularías que os hablase de la manera y en el lenguaje de mi país, en igual manera exijo de vosotros, y creo justa mi petición, que no hagáis aprecio de mi manera de hablar, buena o mala, y que miréis solamente... si digo cosas justas o no, porque enesto consiste toda la virtud del juez, como la del orador: en decir la verdad.
¿Por qué el filósofo se presenta cómo un extranjero en los tribunales; por qué le da tanta importancia a aclarar que su único objetivo será “decir la verdad”? En el segundo párrafo, ¿no parece estar diciendo a los jueces cómo actuar? ¿No hay una contradicción? Se presenta como un ignorante en los temasjurídicos, y sin embargo parece ahora colocarse por encima del jurado, enseñándoles en que consiste la virtud del juez y del orador. Además, ¿no es poco inteligente siendo situación la del acusado?
2) Es justo que comience por responder a mis primeros acusadores, y por refutar las primeras acusaciones, antes de llegar a las últimas que se han suscitado contra mí. Porque tengo muchos acusadores...
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