Solano y los extravagantes
Camilo Jiménez Estrada
En las fotos que pueden verse por ahí, en intenet y en publicaciones impresas, Andrés Felipe Solano siempre tiene la misma cara impávida, los ojos muy abiertos detrás de las gafas de marco grueso, los labios apretados, los codos pegados a las costillas en las que lo muestran de pie y de cuerpo entero. Se le ve en Londres, en Salamanca, enSeúl, en Nueva York... No es que sea un escritor engreído y cosmopolita a quien asedian sus lectores, de esos que viajan por el mundo dictando conferencias y firmando libros. Todo lo contrario: Solano es un escritor tranquilo y aplicado, que escribe y reescribe con juicio sus historias hasta que encuentra la manera de presentarlas al lector.
Él mismo afirma que sus viajes han sido más o menosaccidentales, aunque acepta que pueden venir de una especie de manía: “A los 19 años me fui a vivir con mi abuela. Al poco tiempo de estar en la universidad me fui a vivir a Nueva Jersey por un tiempo. Cuando era periodista de sala de redacción dejé mi trabajo y me fui a Medellín por seis meses. Al regresar pasé un tiempo en Bogotá y a la primera oportunidad me fui. Viví en Seúl otros seis meses.Luego tuve un par de años de calma pero cuando mi esposa me propuso que fuéramos a España porque quería estudiar dije que sí sin medir las consecuencias (Salamanca, donde estuve, no es el sitio más divertido del mundo). Ahora estoy de vuelta en Corea. Quiero quedarme aquí un buen tiempo, tener algo parecido a una casa (en los últimos cinco años he vivido en nueve casas diferentes). Pero mi mujer, quepor momentos tiene la misma manía, a veces me dice: ¿y si vivimos en Japón? ¿Cuánto más lejos se puede ir? No sé. Supongo que huyo de algo, no sé muy bien de qué. No me interesa el viaje como tal, ni recorrer nuevos sitios, ni tener amigos de múltiples nacionalidades, ni poder recomendar con suficiencia bares y restaurantes a lo largo y ancho del mundo, para nada. Quizás huyo de Bogotá. Huyo desu estado de ánimo, de la muerte lenta que significa para mí. Huyo de su clasismo. Pero supongo que esa Bogotá me atormentará hasta el final de mis días, y en un año de pronto esté de vuelta allí”.
Por ahora, viene este mes a presentar su segunda novela, Los hermanos Cuervo, publicada por Alfaguara.
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En la Casa de Moneda del Banco de la República hay una sala donde se exponen diezcuadros sobrecogedores atribuidos a Victorino García Romero, hijo del primer dibujante de la Expedición Botánica. La inquietud que generan las piezas en el espectador viene dada por su motivo: son retratos de monjas muertas, todas pintadas desde el mismo ángulo y acompañadas con coronas de flores, medallas y leyendas, todas con el rictus de la muerte en sus caras.
En ellas se inspira el mayor de loshermanos Cuervo para bautizar su banda de rock, Las Monjas Muertas. Es el tipo de referencia y de detalle que aprecian él y su hermano, dos personajes excéntricos e impredecibles: leen casi exclusivamente enciclopedias y mapas, todos los diciembres montan para el barrio una exhibición de juegos pirotécnicos, están escribiendo una Pequeña Enciclopedia de Construcciones y Monumentos Inesperados deColombia, el menor es conocido como la calculadora humana en los colegios de Bogotá donde presenta su show, intentan montar una cervecería para financiar una de sus empresas imposibles…
Solano dice que los guiños a Rufino José Cuervo y su hermano Ángel los agregó después de tener el apellido de sus personajes: “Parece mentira pero el apellido de los hermanos lo tomé de alguien de mi colegio, uncompañero cualquiera. Era un apellido sonoro pero también un animal que a muchos supersticiosos les causa repulsión por ser portador de malas noticias… incluí algunos pequeños guiños pero traté de no exagerar, porque en ningún momento esta es una historia sobre los Cuervo reales ni una transposición de sus vidas”.
La novela está dividida en tres partes. La primera le da el título y cuenta la vida...
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