Soledad Y Aislamiento En Navidad

Reflexiones en torno a las festividades del fin de año 1.
Soledad y Aislamiento en Navidad.
Mtro. Rodolfo Zermeño Torres.
25 de diciembre de 2012.


Las festividades navideñas se prestan para la convivencia en familia y para la contemplación nostálgica del año que se fue (y de los que se fueron con él), así mismo permite ser agradecidos por la “dicha” de poder volver a reencontrarse ycelebrar juntos.

Es notable que la palabra mas repetida junto con felicidades es “dicha”; pero… ¿Que es lo que fue dicho que es tan necesario rememorar?

Otro aspecto sobresaliente es la costumbre del abrazo, la necesidad de sentir al otro, de erotizarse con el contacto, de fusionarse con él. Quien sabe que tan sinceros son estas muestras de afecto producto de la temporada, y quien sabe que tananálogos son con esos abrazos efusivos luego de un gol en un estadio repleto. A final de cuentas ambos son aficionados, aficionados porque son afines; los abrazantes navideños porque pertenecen a la misma familia (sanguínea o política) y los pamboleros porque comparten los mismos colores.

Y por último hace falta destacar la descomunal alegría que surge de la entonación grupal de los villancicosy canciones navideñas. La sensación de ser-uno-con-los-otros (muy característica del sentimiento oceánico) es evidenciada claramente en dichas canciones que todos sabemos y nos encanta vocalizar únicamente en fechas navideñas.

Pero ya nos vamos dando cuenta que todo lo anteriormente dicho se perfila hacia la verbalización, hacia la humana necesidad de compartir nuestros pensamientos ysentimientos a través del lenguaje. Por lo tanto se puede concluir que la navidad implica dar cuenta de algo (contenido muy obviado en la religión católica de donde se trata de dar cuenta del nacimiento del hijo de Dios).

Dentro de las múltiples conversaciones navideñas que comienzan ensalzando la “dicha” de estar juntos (y aquí es donde se comprueba que no basta con experimentarlo sino que tiene queregistrarse al nivel de lo lingüístico, de ahí que tiene que ser “dicho” para poder ser representado) siempre surge entonces el tema del ausente; de ese que ocupa un lugar justamente porque su lugar está desocupado.

Para fines de esta reflexión no hablaremos de los muertos (aquellos que están ausentes porque efectivamente han dejado de estar biológicamente con nosotros) sino de los aislados ysolitarios; justo esos personajes que han decidido declarar que pasarán las fiestas acompañados únicamente por su soledad pero que terminan siendo “convencidos” (con-ven-si-dos) de presentarse a la cena navideña solo para acongojar a todos son sus constantes quejas, amarguras y sarcasmos. Así es, esos que normalmente denominamos “grinchs”, son en realidad depresivos estacionales cuya molestia seincrementa en la misma proporción que la felicidad de los demás, de hecho ese es su motor.

En caso de que el supuesto grinch, cumpliendo su amenaza y resistiéndose heroicamente a las invitaciones de los demás, efectivamente no acuda a la reunión navideña entonces se vuelve, aunque sea por un pequeño instante el centro de atención de los presentes que acto seguido comienzan a elucubrar hipótesissobre la consabida tristeza del ausente, actualizándose grupalmente sobre los detalles que pudieron desencadenar su no concurrencia a la celebración.

Lo interesante del tema del ausente son todas las fantasías que se juegan sobre su “no-presencia”, pero mas atrayente aún son los argumentos que ellos dan para no asistir a tan concurrida celebración. Normalmente dicha falta obedece a que justamenteno encontrarán en ese lugar a la persona con quien justamente si quisieran estar. De ahí su dolor, de la evidencia de la falta, de la evocación del no estar del otro tan ahnelado.

Pero curiosamente el ausente no está solo, de entrada está acompañado por su soledad, pero también es “repetido” por un sinfín de personas que comparten voluntariamente su condición de estar solo (claro que estos...