Soler Laia Los Dias Que Nos Separan
que nos separan
Laia Soler
Primera edición en esta colección: marzo de 2013
© Laia Soler, 2013
© de la presente edición: Plataforma Editorial, 2013
Plataforma Editorial
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Diseño de cubierta:
Lola Rodríguez
Depósito Legal: B.7.099-2013
ISBN Digital: 978-84-15880-06-6
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A Cris y a Mike, por ayudarme
a encontrar las palabras cuando las pierdo.
A mis padres, por todo.
Contenido
Portadilla
Créditos
Dedicatoria
1
UNO
2
DOS
3
TRES
4
CUATRO
5
CINCO
6
SEIS
7
SIETE
8
OCHO
9
NUEVE
10
DIEZ
11
ONCE
12
DOCE
13
TRECE
14
CATORCE
15QUINCE
16
DIECISÉIS
17
DIECISIETE
18
DIECIOCHO
19
DIECINUEVE
20
VEINTE
21
VEINTIUNO
22
VEINTIDÓS
23
VEINTITRÉS
24
VEINTICUATRO
25
AGRADECIMIENTOS
Más información
1
El sonido del viento y la lluvia se percibía lejano tras aquellos gruesos y viejos muros. Abril se miró
una vez más la palma de la mano, donde se había apuntado con rotulador la referencia topográfica del
libro que quería, y siguió andandoentre las estanterías hasta llegar a la que estaba buscando. Empezó a
seguir la hilera de libros con nerviosismo. El servicio de préstamo estaba a punto de cerrar, y lo último
que quería era haber ido hasta allí para nada. Por suerte, encontró rápidamente la novela que buscaba.
Justo en el estante más alto, el único que no alcanzaba.
Se puso de puntillas y estiró todo su cuerpo para intentarcogerlo.
–¿Necesitas ayuda? –se ofreció una voz inesperada.
Abril se volvió de golpe, pero se mantuvo de puntillas y con el brazo estirado. Detrás de ella, un
chico de pelo levemente rizado y oscuro la miraba con el ceño fruncido.
–Puedo sola –aseguró, y para probarlo saltó para coger la novela. Al no conseguir sacarla de entre
los otros libros, suspiró profundamente y admitió–: De acuerdo, no puedo.–¿Cuál quieres?
–Peter Pan en los jardines de Kensington y Peter Pan y Wendy . Están los dos en un tomo. Es el verde
–respondió ella, dubitativa. Se sintió repentinamente avergonzada. ¿No debería estar en la sección de
clásicos, buscando a Austen o a Dickens, en lugar de en la sección infantil a la caza de un cuento para
niños?
El desconocido torció los labios en una extraña sonrisa. Cogió el librode la estantería sin ningún
esfuerzo y se quedó mirándolo fijamente.
–¿Cuál buscas tú? –preguntó ella para romper el silencio.
–Este –respondió él señalando con la barbilla el libro que tenía entre las manos.
–Oh –musitó. Alzó la vista para comprobar que no había ningún otro ejemplar en la estantería y
añadió–: Llévatelo. Lo has cogido tú.
–No te preocupes, no tengo prisa. Lo reservaré. Ya locogeré cuando lo devuelvas –dijo mientras le
daba el libro.
Abril abrió la boca para insistir, pero en aquel momento sus manos se rozaron y una descarga
eléctrica la paralizó. Durante unos eternos segundos, no pudo despegar la vista del desconocido, que la
miraba sin expresión, completamente ajeno al torbellino de energía que estaba sacudiendo el cuerpo
de Abril.
Sentía las piernas débiles y suslabios no respondían a sus estímulos. Sin ser consciente de lo que
hacía, apretó el libro contra su pecho, dio unos pasos hacia atrás y se alejó de allí arrastrando los pies,
sin darle las gracias ni despedirse. Ni siquiera cuando llegó a la puerta se sintió capaz de hacerlo. Se
limitó a volverse hacia la sección infantil y observar bien al chico. No demasiado alto, de complexión
flacucha y pose...
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