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UN MANDAMIENTO OLVIDADO

Julio 22 de 2.010
Por: Pastor Samuel David Quigüa Arévalo
Misión Internacional En Sus Manos
Cel: 320 392 48 46 / 312 266 53 13

Esta enseñanza está dirigida a aquellos creyentes que desean servir en la obra de Dios, para quienes ejercen un ministerio, para algunos que por una u otra razón se les ha designado con el rotulo de líderes.

Mateo 28: 19 – 20

19 Portanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Es el convencimiento de no olvidar un mandato importante que implica un privilegio ni siquiera dado a los ángeles, por el hecho dedar lugar a el celo ministerial, por el temor a no desarrollar mi visión y terminar con injerencia de otros modelos de trabajo eclesial o ministerial, ó porque sencillamente no nos hemos detenido a identificar plenamente lo que ello significa; sea cual sea la razón, no trato de promocionar ningún modelo de trabajo, o visión de X o Y ministerio de éxito en la actualidad, ya que soy un convencido deque el Espíritu revelará a cada quien las formas y/o estrategias, para desarrollar el llamado, el ministerio de cada quien conforme al propósito de Dios y su Palabra, se trata de un despertar para desarrollar un mandamiento directo de Jesús, aplicable a nuestros días (como toda la Palabra), pero al que la iglesia y los ministerios no le han dado el alcance y lugar correspondiente.

En micalidad de Pastor me da tristeza el ver a muchos ministerios nuevos y antiguos, deseosos de conquistar las almas para Dios y llevar bendición a su tierra, veo como anudan esfuerzos no sólo por el crecimiento espiritual de sus congregaciones, sino, también por el numérico, se realizan toda clase de reuniones y actividades con el único propósito de ganar personas para que sean salvas, ¿pero dónde estánestas personas? ¿será que el poder de Dios no se desato en sobremanera para que ellos fuesen tocados? ¿se cometió un error en el evento o durante el mismo? ¿por qué existen iglesias de muchos años y el número de miembros no crece?, sin lugar a dudas las respuestas a estas preguntas no pueden darse a la ligera, ya que en el ejercicio de toda labor antes, durante y después, deben hacerse evaluaciones,teniendo la seguridad en el sólo hecho de que Dios es perfecto.

Desde nuestra infancia, cuando estamos en la época escolar, se nos enseñan en clase de religión los diez (10) mandamientos (Éxodo 20: 1 – 17), determinando por deducción que sólo son aquellas cuestiones, lo que manda Dios y para evitar su olvido en un intento humano y por obtener una calificación, nos vemos en la obligaciónacadémica de memorizarlos.

Ahora bien, al hacernos parte de la iglesia de Cristo (bajo la denominación a la que pertenezcamos) por cuanto hemos aceptado, creído y confesado que Jesucristo es el hijo de Dios, es nuestro Señor y que por su sacrificio mis pecados son perdonados, por lo cual ahora tengo vida eterna; iniciamos un proceso de crecimiento y adoctrinamiento basado en la Biblia; y con el pasodel tiempo y por muchas condiciones llegamos a servir en un liderazgo ó como cabezas de ministerio, es ahí donde con amor y esfuerzo, ejercemos en lo que fuimos llamados, deseando ver cómo llegan muchos invitados a nuestras reuniones, deseando que los creyentes sirvan al Señor sin excusas y con dedicación, pero sencillamente es ahí, en donde estamos fallando por no cumplir con el mandamiento deJesús contenido en Mateo 28: 19 – 20, conocido como la Gran Comisión.

Para tener claridad sobre el tema y poder reconocer las falencias que durante mucho tiempo se han cometido, haré precisión sobre lo que no es la Gran Comisión.

QUÉ NO ES LA GRAN COMISIÓN:

1. No es un modelo de trabajo, visión, propiedad de una denominación o ministerio.
2. No es simplemente compartir las buenas nuevas...