Solidaridad
Hemos de comenzar planteando un modelo de solidaridad sobre el que no nos vamos a
extender, pero que está en el origen de buena parte de nuestra actual fiebre de consumismo solidario. Se trata del la solidaridad por necesidad. En efecto, el actual marco de desarrollo económico y tecnológico está topando con límites evidentes, cuando no con graves amenazas queafectan a la propia supervivencia del planeta Tierra. Desde este punto
de vista, la solidaridad basada en la comprensión de lo irracional del progreso económico, en la mutua colaboración para satisfacer nuestras propias necesidades sin que éstas se
vean afectadas gravemente, aparece como un nuevo impulso solidario de nuestra sociedad. Se trata de una solidaridad egoísta, pero que no responde alegoísmo depredador que
ha caracterizado a Occidente durante los últimos siglos; es una solidaridad inteligente,
que se arma de razones para evitar el suicidio colectivo al que se encamina el desarrollismo ciego. La solidaridad por necesidad nace, pues, de la conciencia del límite:
• límites ecológicos y ambientales;
• límites referidos a los niveles de población óptimos;
• límites que nos hablande escasez de recursos;
• límites por cuanto resulta inviable técnicamente universalizar el grado de bienestar del Norte rico.
Al tiempo, se articula una cierta conciencia de unión entre las personas y grupos donde
ponemos en juego las distintas potencialidades que podrían derivarse de nuestra unidad
de acción. La solidaridad, en este sentido, cobra dimensiones de urgencia y resoluciónpráctica: “somos parte de este mundo, y existe una necesidad desesperada de hacer algo
ahora sobre las condiciones en que vive y muere la gente, y evitar el desastre social y
ecológico. No hay tiempo para dedicar nuestros pensamientos a un lejano futuro utópico”1. Más que la creatividad y la prospectiva de futuro, este modo de entender la solidaridad está guiado por lo que Hans Jonas denomina la“heurística del miedo”. De una
forma cada vez más determinante, porque la realidad se impone, asistimos a una cierta
aparición de valores universalmente compartidos, como es el caso de la solidaridad, y lo
es también la defensa de los derechos humanos o los derechos de los animales, o la atención prioritaria a las generaciones próximas. Estos valores tienen en común que accedemos a ellos de forma, si nonegativa, sí al menos defensiva, al tomar conciencia de las
amenazas colectivas que la humanidad ha creado contra sí misma.
1 SINGER, P. (1995) Etica para vivir mejor, Barcelona: Ariel, p.276
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Libro Solidaridad 24/11/09 18:45 Página 12Resumiendo la intención de la solidaridad por necesidad, cabría decir que bajo este pensamiento late la conciencia de que vivimos en una sociedad de riesgosque pone en peligro
nuestro sistema de vida y nos avisa de que el actual estado de cosas que configuran nuestro
modo de vida no es perpetuo y hemos de hacer algo (ser solidarios) para, al menos, no perder el grado de bienestar conseguido.
2.- Solidaridad como espectáculo
Ya a finales del siglo pasado algunos cantantes y grupos musicales famosos compusieron y
lanzaron al mercado cancionescuyos beneficios iban a parar a "causas" de tipo solidario
("we are the world, we are the children" constituye el canto paradigmático de aquellos
años); a este tipo de acciones aisladas acompañaron más tarde festivales y espectáculos
cuyo reclamo para la asistencia a los mismos era la colaboración en gestos solidarios. A la
ética de la solidaridad le siguió la falsa estética de la solidaridad o lasolidaridad como
espectáculo. Inmersos en la cultura posmoderna, la solidaridad se convierte en artículo de
consumo cuya compra-venta varía en función de los dictados de la moda del momento;
nuestro momento, por otro lado, es de auge de la moda solidaria. En efecto, la pasión por
lo Nuevo que la moda posmoderna impone como imperativo categórico se torna actualmente en consumo de...
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