Solo Cartas

Él estaba revolviendo la baraja como de costumbre, eran las 6:14 de la noche y ya no quedaba wiski en la botella todo parecía muy tranquilo para lo que Alexander acostumbra, no había animales en la oficina ni algún indicio que comprobara sus experimentos a media noche, el reloj caminando sin detenerse 1, 2, 4 o 5 segundos pasaban cantando esa horrible canción tan exacta 1, 2, 3 y 5 segundos¿Dónde estaba el cuatro? Las paredes cuarteadas y con demasiada humedad se les caía la pintura poco a poco pero, ahí estaba ese sonido 1, 2, 3, y 5.

-¿Lucas? – Dijo el nombre con tanta claridad y dulzura que olvide que había sido una pregunta.

En ese instante lo miré, era esa misma mirada cansada, triste, agobiada y enfermiza la que se disfrazaba de su rostro desde que Amelia lo había dejado, nohabía nadie que conociera mejor a Alexander que ella a excepción de su hermano y yo pero, Amelia era su musa, una poetiza de las palabras y de los sonidos con su cabello quebradizo rojo, ojos de color negro gitano y su piel tan liza (tuve la oportunidad de tocarla cuando ensayábamos) y el vestido que tanto le gustaba usar, ese tono negro que se degradaba tornándose un morado muy agresivo 1, 2, 3 y5 ¿Dónde está? –pregunté -.

Alexander alzó la mirada y por un instante logré reconocer su mirada bravía, frívola, salvaje y algo demente y cuando menos lo esperaba se paro, lo hizo de tal modo que su capa negra se levantó por todo el cuarto cayendo lentamente sobre el sillón victoriano que le habían entregado la semana anterior y en su rostro diviso una idea, rápidamente se colocó el sombrerode copa alta sobre su despeinado y abundante cabello negro y sus ojos resplandecieron como nunca antes con ese tono leonado entre miel y ámbar, no sé como describirlo siempre me ha dado escalofríos verlo de esa manera ¡sé lo que trama, se lo impediré! 1, 2, 3 y 5 ¿Dónde carajo está el 4? Respondiéndome casi sin aliento por la excitación de su macabro plan gritó; es por ella.

Ausente de mispensamientos regresé del viaje al que acostumbro ir exactamente a las 6:30, donde quiera que esté siempre viejo y regreso ahora era otro tiempo 1, 2, 3 y 4 el segundero iba trotando en vez de caminar era más desesperante que el anterior tiempo. Amelia y Alexander estaban hablando sobre el jamón de su emparedado y se reían diciendo puros sinsentidos, Amelia con su cantoneo natural pero involuntario meinvitó a comer, acerqué mi cansado ser a la mesa y observé que se servía de lo mejor, un gran cerdo a media mesa acompañado por una botella de vino blanco y diferentes tipos de ensaladas, quesos y aderezos, Alexander estaba feliz, muy sonriente con sus ojos de color verde mirando con tanta pasión e inocencia a la copa que rebosaba de vino tinto 1, 2, 3 y 4 ¿Dónde había conseguido el vino tinto ydonde estaba el cinco? Los ojos de Amelia y Alexander se posaron en los míos y me llevaron al cuarto de invitados para que durmiera, ellos habían sido tan buenos conmigo y yo solo podía decirles a momentos gracias.
El sonido del ómnibus cruzó por mis oídos despertándome con un gran susto 2, 3, 4 y 5 sonaba el reloj feliz, salí de la oficina y busqué un periódico en la planta baja del edificiodonde Martín organizaba los papeles de la renta, lo saludé cordialmente y el como de costumbre me ofreció un diario y yo lo leí, decía 3 de diciembre de 2014, evidentemente este era el lugar al que mas me gustaba viajar pues Alexander siempre llegaba con una gran sonrisa por haberse comprado una nueva bufanda, estaba obsesionado con ellas y yo con él. Amelia entró después con la comida diciéndome queno me veía bien y que necesita dormir, le expliqué que ya lo había hecho en la ocasión pasada 2, 3, 4 y 5 seguía el juego de tiempo y él el mio, el maldito se reía de mi y de mi inestabilidad en las relaciones personales. Las 4:56 casi las 5 debía ser precavido y tener todo preparado pero cuando me apresuré para decirle a la vecina que le encargaría a bufanda, mi gato me detuve sin poder...