Solo El Corazón Conoce

Solo el corazón conoce

El corazón es tratado con condescendencia y es liquidado como una el nivel más profundo de la humana emoción, pero en cierto sentido no consideramos que él sea realmente la brújula del sentir. Simplemente sin pensarlo, colocamos el corazón en la extremidad inferior del eje de la razón, donde la cabeza reina soberana.
Cuando “pensamos” en el corazón, pensamos en unabomba hidráulica a la que atribuimos también, curiosamente, esta función emocional. Según tal convicción el corazón se transforma un signo gráfico, un “corazón enamorado” que evoca la pasión, el dolor y la confusión de una ligadura sentimental nostálgicamente romántico.
Nuestra confusa percepción del corazón refleja la confusión de nuestra naturaleza. Por una parte no podemos escapar al dato de esteindispensable órgano, un motor que continúa a bombear y a alimentar- por su misma naturaleza- el inicio de cada cosa. Pero nuestra mentalidad racionalista hace cada vez más necesario che mantengamos vivas por lo menos dos concepciones incompatibles del corazón. La idea que nuestras vidas emotivas estén ligadas a algo tan banal, un aparato que regula ciertas funciones, parece un residuo culturaldel tiempo en el cual se sabía menos de este “mecanismo” humano. Esperamos, un día- si seguimos por el camino sobre el cual estamos transitando-, llegar a una formula eléctrica dentro de la cual las cosas que nos molestan (amor, miedo, deseo, pasión) serán identificadas como impulsos lanzados aquí y allá en el circuito de la máquina humana. Mientras tanto seguimos adelante con nuestrasinvestigaciones como si estos conocimientos fueran ya adecuados.
La razón – lo decidimos nosotros- es una consejera segura y confiable, como un contador o un abogado. Mirando bien, pareciera que la razón haya decidido este rol por su propia cuenta, lo que suena como un conflicto de intereses un tanto oscuro por lo que el abogado y el contador arriesgarían ser quitados de en medio. Pero el dato de hecho esque mientras tanto el corazón parece casi una molestia que nos tironea de aquí y allá, incapaz de decidirse.
Entre las dos orejas
Hay una teoría según la cual la mente no existe o, de todos modos, no se sabe donde esté ubicada. Damos por descontado que ella se encuentre entre nuestras orejas, pero aún no sabemos ubicarla con precisión. No parece que la mente exista en el espacio, como un procesoquímico o mecánico. No puede ser pesada, ni oída ni vista, y esto parece que nos conduzca siempre a un punto muerto en la cuantificación y objetivización. La mente no puede ser observada excepto que desde el interior o en términos de los efectos de sus procesos. En cierto sentido, la mente parece más adecuada que el corazón a ser metáfora, mas sujeta a ser tratada con condescendencia, porque no hasido hallado nada en sus profundidades que corresponda a su significado de un mundo de procesos mecánicos.
El corazón que late a cada instante, que pulsa año tras año, se ha transformado la principal víctima de esta concepción dualista. Por un lado, es concebido “desde adentro” como un instrumento mecánico, esencial pero de todos modos adecuado, y por el otro es falsamente y superficialmenteacusado de todos esos comportamientos más vale excéntrico que hacen que nuestras mentes desesperen de lograr entender lo que el hombre realmente desea o de lo que realmente necesita. El corazón es una especie de chivo expiatorio para la capacidad de la razón de entenderse cabalmente a sí misma. Ya que la razón mira las cosas de modo determinado, se define a sí misma y al corazón como sistemasdeterministicos. Pero descarta los elementos que ella no logra explicar, apuntando su dedo acusador sobre ellos en modo un tanto irónico. La razón acusa al corazón de desviarla.
Quién manda?
Si el corazón es reducido a una entidad mecánica en acción y a algo al cual curiosamente se le atribuye la culpa de todos esos deseos y exigencias de los cuales la razón rechaza tomarse a cargo, entonces...