Solo ella

 Maximiliano A. Nazara



Trabajo final de narración
Consigna 1: recuperación de una imagenprendida en la memoria


Si no hubiera estado ahí no lo creería. Diez metros más a la derecha o a la izquierda y todo hubiera sido distinto.
Agosto comenzaba a despedirse y nos regalaba susúltimas tardes frías y oscuras de invierno. Buenos Aires tiene una cierta magia durante esta estación, pareciera que sus edificios de estilo europeo, de colores grises y apagados acompañan la tristeza queel invierno propone con sus cielos nublados, y juntos se transforman en el escenario de todas las películas de corazones rotos.
Me encantaría decir que fui guiado por fuerzas cósmicas, más allá dela comprensión humana, que jugando con el límite del destino y la magia crearon un lugar protegido, único, para que pudiera darse sin la irrupción de la inmundicia humana. Pero no fue así. Fue muchomás terrenal, mucho más mundano… No fue más que una secuencia de golpes en un teclado lo que fue dando rumbo a mi destino.
Azcuénaga y Arenales eran mis coordenadas, una esquina que hasta ese día nosignificaba nada para mí, y sin embargo hoy estoy seguro que si existe un cielo se ve como esa esquina.
Eran las 19:30 y yo estaba llegando con el tiempo justo, mi corazón parecía querer escaparde mi pecho, casi como si supiera que seria victima de lo que vendría. Los minutos pasaban, y la hasta ahora gris tarde, comenzaba a tomar un tono azul marino dando paso a otra noche tan oscura comoel fracaso que se cernía sobre mí.
Completamente derrotado, mis pies hechos de plomo intentaron moverse y ponerme en dirección a casa, cuando un par de ojos color avellana se clavaron en mi desde lavereda de enfrente, con expresión de pregunta, queriendo asegurarse que estaban en lo correcto.
Yo estaba inmóvil, pude sentir como el mismísimo cielo se desgarraba y me permitía ver el universo...