Soloquieroquemequieras

Capítulo 1.

Me despierto con el sonido del teléfono móvil, situado encima de la mesilla de noche que tengo a la derecha. Sin incorporarme, tanteo a ciegas hasta conseguir coger el teléfono y respondo.
– ¿Sí? –pregunto medio dormida.
– ¡Ainara, prepara tu bikini y todo lo de piscina que nos vamos a Aquarama! ¡Vamos a acabar el verano por todo lo alto! –Dice Marta entusiasmada, por la otralínea del teléfono.
– ¿A que viene esto Marta?
– ¡No preguntes! Vístete, te espero en mi casa. ¡Vamos!
Algo confundida, me levanto perezosamente de la cama y me acerco al armario. Cojo unos shorts y una camiseta de tirantes con la que se me ve el ombligo y lo dejo encima de la cama deshecha. Me acerco a la cómoda y abro el cajón de los bañadores, escojo el bikini rojo y lo dejo junto a los shortsy la camiseta.
Mientras me visto si apenas entender que es lo que ocurre, miro mi móvil y veo que solamente son las siete de la mañana. Con el bikini ya puesto ,y la ropa aun en la cama, llamo a Marta. Contesta al segundo pitido.
– ¡Ainara! –dice chillando.
– ¿Podrías no chillar? A ver, ¿Por qué me llamas un sábado a las siete de la mañana, cuando aún no soy persona y juegas con mi voluntad?– Es que, mi cuñado nos invita a Aquarama. Y quería que vinieses cuanto antes –Dice riendo.
– ¡¿Tu sabes que abren a las once de la mañana, verdad?! –exclamo.
– Sí, pero mientras llegamos…
– ¡Solo hay una hora de camino como mucho!
– Bueno… Quedamos a las nueve en mi casa. ¡Estate preparada!
– No, si preparada ya estoy…
Oigo que cuelga después de soltar una risita. Me siento en la cama y mepongo la ropa encima del bikini. Me miro en el espejo y resoplo. Creo que la ropa me sienta algo bien, pero me da cierto apuro quedarme en bikini delante de tanta gente.
Mi madre al oír el jaleo que estaba armando en la cocina para prepararme el desayuno y todo lo necesario para pasar el día allí, se levantó con cierto mal humor.
– Ainara, ¿Se puede saber que estas haciendo?
– Me ha llamadoMarta para ir juntas a Aquarama…
– ¿A estas horas?
– Sí…
El móvil, que estaba encima del mármol de la cocina cerca de donde estaba preparando los bocadillos, empieza a vibrar. Miro la pantalla y veo que es Emma. Me limpio las manos y cojo el teléfono. Mientras, mi madre acaba de hacerme los bocadillos.
“¿A ti también te ha llamado Marta chillando?” Me pregunta Emma por What’s App.
“Sí. Parair a Aquarama. ¿Ha hecho lo mismo contigo?” Contesto.
“Así es. Pero yo no puedo ir. Hoy viene mi prima pequeña, Claudia.” Escribe ella con un emoticono triste.
“Me lo pasaré bien por ti.”
Tras soltar una carcajada acompañada de varios emoticones idénticos se desconecta del What’sApp. Envuelvo los bocadillos y los meto en una mochila junto a la toalla y el protector solar.
Miro el reloj de lacocina. Las ocho de la mañana. Aún queda una hora para ir a casa de Marta. Voy a mi cuarto y tiro la mochila en un rincón despejado de la habitación, hago la cama, conecto el cargador al móvil y me tumbo en ella. Abro el What’sApp y lo busco en los contactos.
Pongo “Adam” en el buscador y me aparece el primero. Abro el chat, pero no me decido a escribir. En lugar de eso, toco la pantalla y seme abre su perfil. Una frase escrita en un inglés perfecto aparece de estado, debajo de su foto de perfil.
Es un chico moreno con el pelo rizado, con los ojos marrón azabache y una sonrisa perfecta. El típico chico popular que tiene una cola de chicas detrás de él. Desde que lo vi en el instituto he deseado conocerlo, pero nunca se me ha presentado la oportunidad. Va a mi curso y es totalmenteinaccesible.
Me quedo mirando su foto y releyendo su estado hasta que mi madre aparece por el umbral de la puerta y me dice que ya es la hora de irme.
Miro la hora del móvil. Las nueve menos cuarto. Desconecto el cargador y cojo la mochila. Me despido de mi madre y, tras coger las llaves, salgo de casa con una sonrisa.
Al ser el último día de verano antes de que empiecen las clases no hay...