Solos tu y yo
Día dos de noviembre, año dos mil trece, hora del consentimiento del día de hoy Doce horas con treinta minutos. Mi nombre es Adrián Gómez y soy un miembro especial de la policía pero cuando las cosas marchan mal soy un detective privado. Mi trabajo principal consiste en encontrar hombres, mujeres y niños desaparecidos hasta el día de hoy hubo un caso en el cual nopodía resolver y además de eso, fue un reto con el cual no puedo dormir sin tener que emborracharme cunado trato de ahogar mis penas por lo que paso hace un cinco años por que hoy, hoy es el día en que el perdí un caso. Un caso que me perseguirá en mi vida y aun peor es uno que tal vez me haya derrotado en cuanto a mí mejor oficio
-¡Cantinero, tráeme un botella más!-le grite al hombre fuertemente como si le quisiera tumbar con mis palabras
-Señor, no esta en condiciones de seguir bebiendo-me dijo el como si fuera todo un experto en cuanto a la bebida
-¡Eso a mi no me importa, yo quiero beber hasta morir el día de hoy! –le grite con fuerza y rabia en mis palabras
El hombre me miro con un poco de miedo y temor, yo solo me quede mirando como es que me hacia ese seño con su rostro.Escupí en el suelo y me fui de la taberna mire mi reloj y note que ya era mas de una de la mañana, me puse en marcha a mi departamento, eso iba a hacer un problema estoy demasiado ebrio y estúpido como para recordar donde vivo…supongo que tengo que probar suerte y recordar todo lo que tengo que hacer para llegar a mi departamento
En el camino unos recuerdos vagos llegaron a mí, recuerdos de míhorrible caso perdido ante la sociedad, el caso que cambio todo mi mundo que hiso que se pusiera de cabeza. No cabe duda, eso me ha hecho débil e inútil.
Recuerdo ese caso como si hubiera sido ayer, si mal no recuerdo era veintiocho de octubre, media noche del dos mil siete. Estaba en mi oficina de la central escribiendo mi informe mientras bebía un poco de wiski aun lado, era el momentoperfecto para celebrar otro caso resuelto por mi, en eso llego David Alejandro, un novato de la estación tenia el pelo obscuro, estatura promedio un con un cara de idiota insuperable y por alguna razón esta obsesionado con llevarme la contra. Llego e interrumpió mi informe, me lanzo una carpeta aun lado del vaso de wiski, si lo hubiera tirado juro por todo que le lanzo la meza y la maquina de escribir-Adrián, tienes otro caso-dijo el interrumpiendo todo lo que estaba haciendo
-No estas mirando que estoy algo ocupado David, si pudieras llevarte esa carpeta y metérsela a la impresora que saco las hojas. Te lo agradecería mucho-le respondí con mucho sarcasmo en mis palabras
-Yo también agradecería que leyeras la información que tienes, Adrián
Eso fue lo último que dijo mientras azotaba lapuerta de mi oficina, por alguna razón David no decidió molestarme, así que sin más remedio tuve que leer el informe que tenia aun lado, tome el vaso de wiski y comencé a leer lo que decía el informe. Era obvio que se trataba de una desaparición la de un niño recién nacido, no tenia mucha información solo que se avía perdido el día de ayer mientras hubo una fuerte tormenta. No entendí porque un niñorecién nacido fue raptado, ¿Cómo es posible algo así? Que acaso la seguridad del hospital era una basura. No decidí entrar en conclusiones así que tome mi saco y me puse manos a la obra.
Algo que me gusta de mi trabajo es que tengo que conseguir información de cualquier tipo, aun si tengo que actuar bajo mis reglas para al menos tener tres palabras de lo que haya pasado. Me dirijo a la partemas baja de la cuidad donde las ratas de los criminas apenas comienza a guiarse por ese camino, con un solo pestañeo podríamos encerrarlos a todos pero no podemos ya que sus derechos los pueden defender, ¿Qué clase derechos? Lo único que hacen es robar y matar sin ninguna razón. Me dirigí hacia los apartamentos de tres pisos, el olor a basura que avía en ese lugar era insoportable aun que no...
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