Solosinnada

Bogotá, Octubre 1º. de 2012

Honorable Representante a la Cámara José Gonzalo Gutiérrez Triviño Ciudad Representante Gutiérrez Triviño, Por medio de la presente, la Asociación Colombiana de Ciencia Política—ACCPOL quisiera dejar constancia de su oposición a que el proyecto de ley 073 de 2012 propuesto por usted y “por medio del cual se reglamenta la Tarjeta Profesional de Politólogo y se dictanotras disposiciones”, continúe su curso en el Congreso de la República de Colombia. La ACCPOL es una organización científica nacional privada, integrada por más de 18 instituciones y organizaciones académicas a nivel nacional que cuentan con programas en Ciencia Política. La Asociación busca difundir y promover—abierta, pluralista y democráticamente—la Ciencia Política en Colombia a través delapoyo y divulgación de actividades académicas, investigativas y de estudio. La posición aquí expuesta, es entonces la posición colectiva de todas las instituciones que hacen parte de la Asociación que presido. A continuación, Usted encuentra los argumentos en los que se basa la ACCPOL para oponerse al proyecto de ley de su autoría: 1. La intención del proyecto de reglamentar el ejercicio profesionaldel politólogo a través de la creación de autoridades y procedimientos con capacidad de regular y sancionar, ignora el proceso de maduración de la comunidad académica nacional y del ejercicio profesional que se manifiesta con claridad en la creación de la ACCPOL. Las universidades representadas por la Asociación, manifiestan su oposición a la intención de este proyecto de ley de querer establecermecanismos de sanción para el ejercicio de una profesión en la que las posiciones, propuestas y orillas ideológicas divergentes son parte de su identidad. Esta diversidad de planteamientos que caracterizan el ejercicio de la profesión podría verse amenazada por el uso que eventuales autoridades hagan de su poder sancionatorio, y aun más, podría verse sujeta a los juicios de valor de estasautoridades. El peligro que esta situación representa se hace aun mayor al considerar la posibilidad de que actores políticos determinados puedan controlar y regular

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el quehacer de unos profesionales que, precisamente, trabajan en el análisis y evaluación del quehacer político en sí mismo. 2. La aspiración del proyecto de ley de definir la disciplina de la Ciencia Política y las funcionesdel politólogo va en abierta contravía del espíritu que anima el quehacer no solo de los politólogos, sino de todas las disciplinas de las Ciencias Sociales. En Colombia y el resto del mundo, y no solo recientemente sino a lo largo de toda la historia de esta disciplina, uno de los debates más ricos que ha tenido lugar en la Ciencia Política tiene que ver con su propia naturaleza, lo fluctuantede sus límites y su constante transformación (de hecho, en el caso de los Estados Unidos, para citar tan solo un ejemplo, la Asociación Americana de Ciencia Política—APSA— distingue al menos 60 posibles áreas de desempeño para un profesional de la Ciencia Política y reconoce que esta es apenas una pequeña muestra, ver: http://www.apsanet.org/content_6457.cfm). Dicho debate no se ha constituido enun problema sino en una oportunidad para que la disciplina se nutra de los avances que se presentan en otros espacios intelectuales y para que, más importante aún, logre explotar las áreas de intersección e interdisciplinariedad con otros espacios del conocimiento. Intentar ‘resolver’ un debate que no necesariamente está pidiendo ser resuelto, escogiendo arbitrariamente una definición que en nadarefleja el estado actual del debate disciplinario (como lo hacen los artículos 2, 3 y 4 del proyecto de ley que Usted propone) no le hace ningún favor al potencial de desarrollo de la Ciencia Política en el país. En términos más prácticos e institucionales y para finalizar este primer argumento, dada la multiplicidad de programas, mezclas y enfoques relacionados con la Ciencia Política que...