Sombras de luna
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Silenciosamente como un dulce susurrar la Luna estaba allí, en lo más alto de un luminoso y transparente cielo azul, brillando melancólicamente en el cielo junto con millones de estrellas, pequeños pedazos de luz que intentaban acompañarla con su frío brillar. El blanco puro que vestía hacía que sus rayos deluz ocultaran la de las estrellas que se unían a su cantar en el infinito firmamento.
Y así noche tras noche, creando paisajes de belleza infinita y sombras, enamorando a aquellos que la observaban a lo lejos. Enamorándole a “él”. Que desde lo más alto de la más alta colina, en un intento de sentirse más cercano de aquella brillante luz, se encontraba “él”, observando des de lejos su bellofulgor, admirando su belleza y su dulce voz como el susurro del viento entre las ramas de los árboles.
Entonces, mientras admiraba la magnificencia de la noche, la Luna comenzó a ocultarse dejando paso a los rayos del Sol y a un nuevo amanecer. “Él” al ver como su amada se marchaba intentó detenerla estirando los brazos, pero pronto se dio cuenta de su estupidez y los bajó tan rápido como loshabía alzado. Porque después de todo, el mejor que nadie sabía que daba igual cuanto intentara alcanzarla, porque jamás lo lograría, al igual que tampoco conseguiría retenerla a su lado.
Sin ganas, bajó de la colina, muy lentamente deseando que al girarse “ella” se encontrara allí, pero allí solo se hallaba el Sol. Por fin llegó a su hogar, encontrándose a toda su familia, sus facciones eran durasy serias, y en sus ojos se reflejaban pequeños destellos de rabia. El líder del clan dio un paso adelante, mientras fijaba su dura mirada en la de “él” y a continuación le prohibió el volver a pasar noches en vela por un amor imposible e inalcanzable.
Ingenua y desdichada alma,es imposible que tus colmillos puedan alcanzar
la luna en el cielo.
Ante esas palabras enfureció yretó al líder, defendiendo lo que “él” amaba, su único sueño y su razón para seguir viviendo cada amanecer de aquella triste y monótona vida. La pelea comenzó, al igual que lo hicieron los gritos, el resultado era claro pero aun así “él” quiso defender aquel “amor”. Finalmente cayó derrotado, mientras su familia comenzó a caminar dándole la espalda, y no fue la derrota sino aquella imagen la que lehizo sentir como un verdadero perdedor.
Sus pasos eran pesados y solamente el respirar dolía, pero la herida más profunda no era aquella causada por la pelea, sino las espaldas de aquellos que decían amarlo, alejándose. El cielo se nublaba al igual que lo hacia su vista por culpa de las traicioneras lagrimas que caían de sus ojos, y entonces pequeñas gotas comenzaron a descender de las grisesnubes. Ya ni siquiera podía diferenciar sus lágrimas de aquellas gotas de agua.
Pensó que quizás ellas lavarían sus heridas, pero cuan equivocado estaba al pensar que las pequeñas gotas de agua calmarían su dolor y apaciguarían su tristeza, pues estas con el dulce eco que provocaban al chocar contra la tierra en medio del triste silencio, le recordaban que en ese momento esta él y solo él, enaquella fría y húmeda noche. Fue entonces cuando la recordó a “ella” y con sus últimas fuerzas la buscó en inmenso cielo, pero ni siquiera “ella” estaba allí para consolarlo.
Sin lugar en el que refugiarse de aquellas frías lagrimas que descendían del cielo, cayó desmayado bajo un sombrío cielo gris.
Soy innecesario para este...
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