Somos Los Mejores
Su apego al cigarrilloes conocido y comentado en el lugar. Fuma desde hace algunos meses y sus allegados no se explican cómo adquirió el hábito. Primero se la consideró como “una travesuraque se veía hasta simpática”, pero el tiempo transcurre y el niño adquiere cada vez más gestos de un verdadero fumador.
Y cuentan que al menor descuido de suspadres, el chico se apodera de los cigarrillos y no hace caso ni a los retos ni a las advertencia.
Se lo suele ver fumar fuera de su casa particularmente a la horaen que sus mayores no están. Su madre trabaja casi todo el día cerca de la casa, y a veces, cuando consigue asomarse y verlo fumando, se va corriendo a quitarle elcigarrillo. Su padre también está muchas horas ausentes, en la búsqueda de una changa que les permita arrimar unos pesos al humilde hogar.
Aparentemente, en lasúltimas semanas, el control de los padres sobre el pequeño fumador se acentuó y, el niño se muestra más cauteloso a la hora de reiterar su travesura.
De todos modos,sigue fumando. Más allá de señalar de quién es en definitiva la responsabilidad que el pequeño haya tenido la oportunidad de adquirir una hábito tan nocivo, enespecial para su frágil organismo, de lo que se trata es de detener el daño que se está provocando y de que luego pueda recuperarse y tener contención en su familia".
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