somos_los_mismos_indios_gustavo_montenegro_cardona

Páginas: 11 (2605 palabras) Publicado: 23 de septiembre de 2015
SOMOS
LOS MISMOS INDIOS
Por Gustavo Montenegro Cardona
Independiente
Fotografías del autor
Somos como el agua, la piedra y la espuma, porque mientras el agua dice
vámonos, la piedra dice quedémonos y la espuma dice bailemos. Somos el río.
—Juan Chiles, de la oralidad pasto

EL SOL APENAS SE ASOMA, disimulado, casi triste. El viento quiere llevarse
todo lo que encuentra a su paso, sopla aguerridodanzando entre árbol y árbol. La
vía láctea, una carretera ondulante de tres kilómetros, está ocupada por
motociclistas que a sus espaldas llevan hasta cuatro cantinas de leche, fruto de la
rica producción del ganado vacuno asentado en los verdes pastizales de
Guachucal y Cumbal. Esto es al sur de Colombia, al sur de Nariño, en el sur del
sur.
La misma leche que venden a fábricas como Alpinaretorna pasteurizada a los
hogares de los campesinos e indígenas que la abastecen, ahora en bolsas de
llamativos diseños y fórmulas de compleja conservación.
El majestuoso Taita Cumbal, como lo llaman los propios de acá, es un volcán
nevado que cuida en sus entrañas al cacique Cumbe, patriarca de esta raza de
hombres de rostro tosco y mirada fija. Más al sur está el Chiles, otro volcán que
marca elextremo de la zona de frontera. Juntos constituyen el centro de la
creación del mundo de los pastos del Gran Cumbal. Sé que están ahí, pero no se
dejan ver. El cielo cubre la tierra.
En su casa de Panam, Verónica se alista para ser anfitriona de este viaje. El frío no
la detiene. Seguro está ansiosa y frente al espejo debe de estar riéndose como lo
hace siempre. La espero en Puerto Colombia, unrestaurante tradicional del casco
urbano de Cumbal. La mejor opción para detener el tiritar de mis dientes es abrigar
el cuerpo con un sancocho de gallina y refrescar el paladar con una deliciosa
trucha arcoiris, de esas que se pescan en la laguna que a orillas del imponente
nevado se cultivan casi solas, sin mayor esfuerzo. La sirven frita y no lleva más
adobo que el sabor natural de su crianza en lasgélidas aguas.
Verónica Belén Chuquizán Tarapuez llega cuando el almuerzo ha terminado. Me
trepa en una camioneta para ir hasta Panam, el hogar de sus ancestros. En
cuestión de veinte minutos estamos en el centro del resguardo que, junto a

Mayasquer, Cumbal y Chiles, conforman los cuatro centros de población indígena
del Gran Cumbal, que suman 1265 kilómetros de territorio.
En la esquina,enruanados, cubiertas sus cabezas con gorras y sombreros, cuatro
músicos esperan un transporte que los acerque hasta Chiles. No dicen mucho;
apenas si dejan ver un filo de dentadura escasa. Verónica verifica que todo el
equipo de su radio comunitaria ya esté en camino hacia el siguiente resguardo.
Músicos, radialistas, una amiga curiosa y yo seguimos hacia el sur, hacia la
frontera, hacia Chiles.Verónica vive en la vereda El Espino. Acaba de cumplir veinticinco años. Es
menudita, le gusta vestir de jean y abriga el cuerpo con una chaqueta que compró
en Tulcán (capital del Carchi en Ecuador) porque allá todavía se consigue ropa
barata, dice ella, “porque así nos vestimos los jóvenes. Somos indígenas, pero nos
vestimos como todos, normalitos”. Abriga sus manos con unos guantes de lana
gruesa. Ensu rutina diaria, desde temprano recorre caminos del campo cumbaleño
para llegar hasta su emisora Identidad Estéreo. “88.7”, apunta el dial con
determinación. La radialista dedica medio día a los oficios radiofónicos indígenas y
comunitarios; en las tardes busca futuro en un aula del Servicio Nacional de
Aprendizaje, donde estudia una tecnología en gestión de empresas agropecuarias,
nada extrañopara una joven que vive en una zona de estricta vocación ganadera y
agrícola.
Un valle extenso de cultivos de papa y haba se deja ver en un horizonte lleno de
tierras parceladas, fragmentadas, cuidadosamente delineadas que forman ese
tapiz de retazos colmado de tierra cultivada, pero que no es suficiente para
alimentar a su propio pueblo.
La siembra artesanal no permite desarrollar economías de...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS