Soneto v
Cuando me paro a contemplar mi ’stado
y a ver los pasos por do m’han traído,
hallo, según por do anduve perdido,
que a mayor mal pudiera haber llegado;
mas cuando del camino ’stó olvidado,
a tanto mal no sé por do he venido;
sé que me acabo, y más he yo sentido
ver acabar comigo mi cuidado.
Yo acabaré, que me entregué sin arte
a quien sabrá perderme y acabarme
siquisiere, y aún sabrá querello;
que pues mi voluntad puede matarme,
la suya, que no es tanto de mi parte,
pudiendo, ¿qué hará sino hacello?
SONETO I
Por José Montero Reguera
Este soneto garcilasiano, primero en la ordenación que Juan Boscán dispuso para la edición de 1543, ofrece al lector de hoy toda una serie de temas y elementos caracterizadamente renacentistas: el yo del poeta, suinterioridad, aparecen de manera expresa por doquier; él es el centro del universo, todo lo que sucede es tamizado por su propio interior; la sensación de aniquilamiento y enajenamiento del poeta por la indiferencia de la amada que le desdeña y se convierte en su enemiga... Nos hallamos ante un poema de amor o, quizás mejor, de desamor, en el que el poeta, que se presenta como un caminante perdido,relata, casi mortalmente herido («sé que me acabo»), el desdén de la amada a quien ha querido servir. El recuerdo del pasado se borra ante la fuerza del mal presente, de donde surge la certeza de la perdición del poeta, aceptada sin paliativos: sólo lamenta que la pasión no pueda inmortalizarse «... he sentido / ver acabar conmigo mi cuidado» (vv. 7-8). Se trata además de un soneto a caballo entrela poesía de cancionero y la poesía italianizante renacentista.
El poema, cuyo arranque se inspira en el primer verso del soneto CCXCVIII de Petrarca, se inicia con un ritmo predominantemente sáfico, propio para la exaltación lírica, con alternancia en los versos acentuados en 6.ª, 10.ª y los acentuados en 8.ª, 10.ª, si bien predominan estos últimos. Este ritmo se extiende a lo largo de los diezprimeros versos a excepción del tercero, dactílico (1.ª, 4.ª, 7.ª, 10.ª), modalidad utilizada por Garcilaso en un muy pocas ocasiones. Y, curiosamente, el terceto final presenta un ritmo heroico, más propio de momentos narrativos, y por ello, acaso, inadecuado para el final del poema. De hecho, uno de sus primeros comentaristas, Fernando de Herrera, llamó la atención sobre los finales «desmayados»de algunos sonetos de Garcilaso.
La complejidad y elaboración formal del soneto se observa perfectamente en su estructura sintáctica, ya desde el primer cuarteto. Se inicia este con una oración subordinada temporal (v. 1) a la que se une mediante conjunción copulativa otra semejante (v. 2), ambas construidas a partir de la misma partícula temporal: «Cuando me paro a contemplar mi ‘stado / y a verlos passos do me ha traído». Estamos pues ante una compleja dualidad conceptual, de las muchas que aparecen en la poesía de Garcilaso: «Cuando me paro...» 1) «a contemplar»; 2) «a ver los passos». Es en el verso tercero cuando encontramos por fin la oración principal, modificada a su vez por una subordinada modal, y completada por una subordinada sustantiva de complemento directo (v. 4). Todo seestructura a partir del yo del poeta, pero con un llamativo —e intencionado— dislocamiento del orden lógico de constituyentes. Se trata, pues, de una estructura compleja y muy pensada de acuerdo con la gravedad del caso que se nos plantea: el poeta recuerda lo sucedido y expresa su sentir, su mal. La contenida gravedad expresada en el primer cuarteto se adecua además a la manera de exponerla, nosolo por la complejidad de las frases que acabo de señalar, sino también por la aliteración constante de las vocales a-o, que constituyen además la base de la rima del cuarteto: cuando, paro, estado (v. 1); passos, do m’ha traído (v. 2); hallo do anduve (v. 3). Como ya observó Herrera en 1580, esta repetición a-o contribuye también a proporcionar esa sensación de gravedad que inunda todo el...
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