Sonia Laredo

Índice

Portada
Dedicatoria
Citas
Aclaración
Prólogo
Trabajo
Conocimiento
Honestidad
Alegría

Sexo
Paciencia y valor
El hombre viejo que todo lo olvida,
Senectud, de Italo Svevo
El niño que se quedó mudo
La lectora impaciente
La hermana celosa
El mitómano
El que espera el mañana
El peregrino
La mujer del alcalde
El amor
Créditos

En jubiloso recuerdo de mis amigoslos hermanos Jacobo y Guillermo
Grimm.
Sin olvidarme de Hans Christian
Andersen.

«Words, words, words... »
W. SHAKESPEARE
«Vive como un libro abierto»
AUGUSTE COMTE
«El hombre es como un libro,
su nacimiento es la portada; su
bautismo, la dedicatoria; sus
gritos y lamentos, la advertencia

al lector; su infancia y niñez el
argumento y contenido de todo
el tratado que sigue; suvida y
acciones,
el asunto;
sus
crímenes y errores, las erratas
de imprenta; su arrepentimiento,
la fe de erratas.»
CARLOS FITZ-GEOFFRY

Aclaración:
El concejo de Nuba no existe,
es una invención puramente
literaria. Me consta que sí hay una
agencia de viajes llamada Nuba
(muy recomendable), pero no el
pueblo que aquí se describe. Sin
embargo, España tiene muchos
paisajesparecidos, retiros de

extraordinaria belleza como la
Sierra do Courel (Lugo), el Valle
de Sant Nicolau (Lérida), la Hoz de
Beteta (Cuenca), el Rincón de
Belagua (Navarra), la Serranía de
Ronda (Málaga), Las Médulas
(León), el Parque Natural de Redes
(Asturias), el Valle del Río Ara
(Huesca)... Todos ellos podrían
haber sido escenarios de esta
novela. Al igual que alguno de los
incontablespueblos de aire
misterioso que tenemos cerca. Pero,
por motivos literarios, he preferido

crear Nuba para ambientar esta
historia.

Aún recuerdo el día en que, siendo
muy niña, aprendí a leer. Fue un
acontecimiento mágico. Todavía
puedo
revivir
la
emoción
temblorosa que experimenté cuando
las letras empezaron a cobrar
significado delante de mis ojos. Un
instante antes, tan sóloparecían
animalillos que se ocultan bajo

tierra y que nadie puede ver, y al
siguiente estaban vivas y eran
capaces de darle sentido al mundo,
de ordenarlo.
Cuando fui adulta, evoqué
muchas veces aquella alegría, así
que no me resultó difícil entender
por qué los primeros textos
literarios
tuvieron
carácter
religioso o científico. La escritura
es una liturgia, una fe y una gozosasabiduría. Pero sobre todo, la
lectura. Y yo me convertí en una
lectora siempre impresionada por

el papel, en una feligresa de esos
dibujos animados sagrados que son
las letras, en una especialista de la
tinta y el pincel.
Al poco, en cuanto fui capaz de
leer de corrido, caí rendida ante el
poder de las buenas historias.
Ya lo creo.
A lo largo de mi existencia, los
libros me salvaronla vida una y
otra vez. Los escritores, vivos y
muertos, se convirtieron en mis
amigos del alma, los que nunca me
abandonaban,
los
que
me

susurraban sus historias con voz
queda, los que me hablaban cuando
nadie lo hacía, desde su corazón
hasta mi corazón tantas veces en
ruinas. Gracias a ellos jamás me
sentí desamparada, no padecí esa
enfermedad mortal contemporánea
que llamansoledad, y que aqueja a
tantas personas que se creen
incapaces de vivir día a día consigo
mismas, que no tienen amigos que
vivan eternamente en los libros
como los he tenido, y los sigo
teniendo yo.

A lo largo de toda mi vida, los
libros me protegieron de la derrota,
la depresión, el aislamiento e
incluso de la locura. Por eso no me
resultaba extraño imaginar que
vendrían también enmi auxilio para
rescatarme de la bancarrota y la
pobreza, llegado el caso. Que llegó.
La pobreza física, y la espiritual
sobre todo, que es la peor de todas
las pobrezas posibles.

Trabajo

Hacer de mi vida una obra de arte
requiere esfuerzo, trabajo, voluntad.
Las cosas no caen del cielo.
Una no se levanta una mañana y
mira al infinito y dice: «Parece que
hoy me va a caer del...