sonora
Las reformas borbónicas
El siglo XVlll registra grandes medidas desde la esfera del gobierno. Es cuando tiene lugar las llamadas “reformas borbónicas”, emparentadas con la reforma liberal del siglo XlX que buscara hacerse cada indígena un ciudadano, de cada ciudadano un propietario, y de cada propietario, un hombre culto.
La dinastía borbónica empezó por depender defuncionarios asalariados, sin fortuna propia, y reducir, hasta intentar suprimir, “la práctica de la casa de Austria de dar en concesión la recaudación de impuestos y otras funciones del Estado a particulares”.
Un panorama de su aplicación en el Noroeste
El paquete de medidas políticas, eclesiásticas, militares, hacendarias, administrativas y sociales que se aplicaron con las reformasborbónicas para el noroeste de la Nueva España busco un mayor control de la religión, a partir de la creación, en 1732, de la “Gobernación de Sinaloa y Provincias Agregadas”, que incluían Os timurí y Sonora, y de las intendencias en 1788; entre ellas sobresale la expulsión de los jesuitas en 1767 y su remplazo por franciscanos y el clero secular.
La sustitución de los jesuitas se hizo con franciscanos enla Pimeria Baja y Alta –donde dirigieron la construcción de los templos que hoy siguen en pie, como los de Caborca, Pi tiquito y Tubutama –así como en la Opateria.
La atención religiosa de las antiguas misiones de los ríos Yaqui, Mayo, Fuerte y Sinaloa se encargaron clérigos seculares, es decir dio sanos.
Los franciscanos y los párrocos solo tendrían bajo su custodia los templos y lashabitaciones anexas. Era tan ruinosa la actuación la actuación de los comisarios que ya en 1769 el visitador general de la Nueva España (1765-1771), José Gálvez, en gira por la religión, transfirió la administración de las “temporalidades”, es decir los bienes de los pueblos de misión, a los párrocos y a los franciscanos, quienes además constituían la mitad de los misioneros jesuitas, estableciéndose asíuna característica perdurable en la religión: la escasez de sacerdotes, a la que se sumo el arraigo de una religiosidad particular: un cristianismo sin sacerdotes que erradicaba de las mujeres y en particular de las madres de familia.
Por primera vez se conto con un cuerpo armado profesional pagado integrante por la Corona y que se ubico en la capital del virreinato. En el noroeste, laestrategia contra los “enemigos externos” (los Pápagos) y los “enemigos externos” (los Seris) incluyo la erección de presidios. Hasta 1740, solo había un presidio en Sonora, el de Santa Rosa de Codorehuachi o Fronteras, y otro en Sinaloa, en el Fuerte.
Otras medidas de carácter militar fueron la “Expedición de Sonora” (1767-1771), esto es, la fuerza militar más numerosa que actuó en la religión duranteel periodo colonial, comandada por el coronel Domingo Elizondo, quien pretendía acabar con la rebelión que sostenía los Seris y pimas bajo en el cordón del Cerro Prieto- conocido hoy como “La Pintada”, entre Guaymas y Hermosillo- y de la quedaron destacados en la religión un piquete de Dragones de España y otro de Voluntarios de Cataluña; la deportación de Seris a la capital de virreinato; lafundación de San Miguel de Horcasitas en 1794 como presidio militar.
En materia de hacienda y economía, las medidas más sobresalientes fueron las planteadas o impulsadas por el visitador José de Gálvez- futuro ministrado de indas (1776-1787) y cabeza de una red de familias de funcionarios y paisanos originarios de Málaga, España, entre los que se contaban virreyes de la Nueva España y del Perú.Estas medidas fomentaban la minería para obtener ingresos que se destinarían al tesoro real, para acelerar el desarrollo de la región y para incorporar la mano de obra indígena a estos objetivos. El suministro de la pólvora y azogue o mercurio se agilizo y abarato, beneficiando a los mineros, a los que se les exceptuó del pago del impuesto de ventas.
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