Sonorama Martín Durán

Sonorama
Por Martín Durán
EN ESPIRAL
Siempre he pensado que etiquetar la música lleva seguramente a un camino largo y sinuoso, quizá sea un invento de algún vendedor paranoico con tendencias aenjaular el arte para que no escape, no lo se, pero lo que puedo decir es que en mis oídos siempre ha sido diferente el rock que escuché en el “Rubber Soul” al que me abordó en el “Led Zeppelin IV”,nada que ver el despertar que me causó el mítico “Dark Side Of The Moon” y el amigable, psicodelico y “Pet Sound”y que decir del camaleónico y brutal “Thrak” o por supuesto, el inconforme y rabiosamentemelancólico, “The Downward Spiral”, obra fundamental de la historia del rock, alrededor de el vuelan muchos mitos y leyendas, tal ves influyó el hecho de que el álbum fuera grabado en la mansióndonde seguidores de Charles Manson asesinaran a la modelo Sharon Tale, lo cual, en palabras del mismo Reznor, sólo le proporcionaría un ambiente especial al disco, obra que navega por los océanos de ladesesperación humana, la depresión, y los sentimientos que llevan a la espiral descendiente directo al suicidio en el cual termina este trabajo magistral de NIN, una especie de comedia musical macabraal mas puro estilo de Pink Floyd o Frank Zappa (Joe´s Garage), Reznor desnudó estos sentimientos tabú y los llevo a su máxima expresión, el resultado fue la creación de uno de los mejores discos derock de todos los tiempos, un clásico atemporal, ¿pero que pasaría después?.

Pues parece que lo que vendría es que el disco se convirtió en casi una descripción autobiográfica, después vendrían masdiscos, críticas, autodestrucción crónica, y por fin, Reznor regresa en forma de un artista maduro como dios de los soundtracks, y a ultimas fechas, su esplendido proyecto con el cual resurge como elave fénix, How To Destroy Angels, de la mano y de la voz de su señora Mariqueen Maandig el gran compositor Atticus Ross y el diseñador grafico Rob Sheridan, lejos de lo que el mismo nombre del...