Sophie

SOPHIE

Yo tenía siete años. Adoraba a los animales, y aún los sigo amando. Por ese entonces tenía muchos: mi perro San Bernardo, las ardillas que trepaban a los árboles; mi puerco espín, ¡quisiera que lo hubieran visto!, su carita: linda, linda. Mis tres cuyos estaban en su jaula: un blanco y dos grises, los sacaba a diario a caminar por el pasto. También tenía tres gatos, pero mefaltaba un pato.
Me gustan mucho los osos, pero eso sí, ¿cómo tener un oso? son tan enormes y, dado que no se podía, a mi perro le puse OSO, pues se parecía un poco a ellos: era fuerte, grandote, pero yo lo veía como un grandote chiquito Y se me figuraba tan indefenso que yo lo cuidaba más que él a mí. Papá me contaba de las osas, que protegen mucho a sus hijitos, así quise ser yo de grande.Oso está ahora viejito, pero lo sigo queriendo igual, y sé que algún día nos dejará.
Yo digo que sin mis animales, no hubiera habido sonrisas en mi vida, ¡me reía tanto, tanto! de verdad son como niños, y mamá me decía que son amigos para siempre, ahora lo sé bien.
─ Mamí, cómprame un pato ─ le dije un día
─Sophie, ya es demasiado: ve todo lo que tienes, es muy lindo que teencante, pero es mucho trabajo cuidarlos. Además, no es fácil conseguirlos─ contestó mamá.
─ Porfis, porfis, tu sabes qué feliz soy con ellos; no te preocupes, ya sabes que a mi no me importa trabajar para cuidarlos─ yo le dije para convencerla, y entonces se fue corriendo a comprarlo.
Mi pato llegó un domingo, y le puse Lucas, como ese de la caricatura, aunque el mío era blanco, blanco.Teníamos una casita de perro, de cuando OSO llegó de chiquito, y se volvió suya, (no le hacía que fuera pato) y moraba ahí en el jardín, con todos los demás.
Lucas se portaba un poquito mal: se comía las plantas, las flores; con el pico rascaba la tierra y muchas veces se escondía y no lo podíamos encontrar; el que sí podía era mi perro: le ladraba y el pato salía de su escondite para jugarcon él.
Yo siempre estaba feliz, menos por Gumara, que era la cocinera. No me quería, a mí me daba un poco de asco, era muy fea, muy irrespetuosa y loca, la verdad yo le tenía mucho miedo, y después voy a contar por qué. Decía mi mamá que Gumara les daba lástima por ser un poco demente. Además, contaba papá que tenía muchos años en el servicio, desde que trabajaba con los abuelos, yque era inhumano despedirla.
Gumara era de Veracruz, de un pueblo llamado Yanga, la cuna del vudú en México, “el Afro México”, según leí años después. Era santera; me asustaban sus ritos, sus danzas y aquellos cantos en el jardín, acompañados de la percusión de su tambor extraño, ruidos a los que mi perro respondía con terribles aullidos y Lucas inflaba sus plumas como si fuera unabanico blanco.
─Mami, le tengo miedo a Gumara, en el catecismo de la escuela dicen que esa gente es mala, que puede hechizar, ─ le decía, y después le pregunté qué significaba hechizar.
─ No es mala, Sophie, sólo es ignorante, no creas en esas cosas. Eso de hechizar tiene la fama de que es hacerte cosas malas, pero nada es cierto.
─ ¿Y si hechiza a mis animalitos?─le pregunté en esaocasión
─ De verdad no puede Sophie, no lo va a hacer, créeme a mí.
Yo le seguía temiendo y suplicaba:
─Gumara, por favor, no les vayas a hacer brujerías a mis animalitos, mi mamá dice que no eres mala, pero haces cosas muy raras.
─ No niña Sophie, yo no hago cosas malas, yo nomás hago magia blanca: ya ves, cuando tu mamá tenía la “depre”, como ella le decía a esa enfermedad que yono li ayo razón, que se veía tan malita y que chillaba todo el tiempo, de repente se alivió; yo la alivié con mis santitos y mi magia─ contestó
Pues sí creí que era hechicera, porque lo que dijo de mamá era verdad: lloraba todo el tiempo, ni se levantaba, ni comía, hasta que mejoró y nunca nos explicamos por qué; yo prefería pensar que tal vez Gumara sólo hacía el bien.
Pero Gumara...