Sororidad
PONENCIA DE MARCELA LAGARDE Y DE LOS RIOS1 PACTO ENTRE MUJERES SORORIDAD
Pacto de Género
Madrid, 10 de Octubre, 2006
El prendedor que llevo puesto es una mujer de plata, art nuveau. Hace años encontré un sello con esta figura en el mercado de pulgas de París y se convirtió en el símbolo de los Talleres Casandra y luego del primer diplomado feminista quecreamos con la Fundación Guatemala. Mis amigas de la vida lo convirtieron en símbolo de sororidad. Al levantar sus brazos la mujer extiende sus faldas. La mujer levanta sus faldas y evoca para mí a la mujer de alas desplegadas de Alejandra Kollontai. Qué sería de las mujeres sin el aliento y el apoyo en situaciones de crisis que son tantas. No habríamos sobrevivido a los avatares de la vida sin otrasmujeres conocidas y desconocidas, próximas o distantes en el tiempo y en la tierra. Los índices de Desarrollo Humano con los que medimos la situación de género, el desarrollo y el poder de las mujeres no incluyen todavía el registro de lo que para la antropología es el tejido social cuyas diversas tramas y urdimbres nos sostienen. En él, las mujeres tenemos un peso extraordinario al tejer ysostener las relaciones de parentesco y familiares, las conyugales, amorosas y de amistad, el trabajo y las actividades económicas, al crear en la esfera de la cultura, en ámbitos científicos e intelectuales, y desde luego a través de la participación social y política, la espiritualidad y la práctica de la solidaridad. Los enormes afanes por alcanzar la buena vida y por arribar a la justicia en elmundo han tenido en las mujeres protagonistas conmovedoras. Cuántas madres han sido figuras fundantes, transmisoras de nuestra lengua y con ella de los cimientos de nuestra visión del mundo, y coautoras de nuestra identidad. Cuántas han sido sostén de sus hijas a lo largo de la vida. Qué mujer no ha tenido el apoyo cómplice o lo ha dado alguna hermana, tía y prima, suegra y cuñada. Desde elentendimiento o el conflicto las parientas se han apoyado en el día a día. Qué decir de las abuelas y las nietas en mágicos encuentros generacionales y de las hijas que en las vueltas de la vida acaban siendo madres de sus madres. Y las amigas, las compañeras y las colegas que acompañan a otras en riesgo por infinidad de cosas. Las mujeres que nos han curado y cuidado, las que nos han enseñado el mundo, coníntima cercanía por encima de los tabúes y normas sociales.
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Profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México, Coordinadora de los Talleres Casandra de antropología feminista.
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Qué habría sido de las mujeres en el patriarcado sin el entramado de mujeres alrededor, a un lado, atrás de una, adelante, guiando el camino, aguantando juntas. ¿Qué sería de nosotras sin nuestras amigas? ¿Qué sería de las mujeres sin el amor de las mujeres?.
De pactos y otras cosas Desde hace tiempo, las mujeres ya no sólo nos apoyamos avivir en una sintonía subterránea de género. Hemos ido pactando y nuestros pactos han tenido lenguaje. La agenda concreta el pacto. No es una casualidad que las mujeres hagamos pactos cuando nos encontramos en lo público y ahí están el lenguaje y las maneras de relacionarse para lograr el acuerdo de intervenir, proponer, impulsar o ejecutar tantas cosas. Pacto, agenda y ciudadanía van de la mano.Tienen sus antecedentes en el apoyo solidario directo, privado, tantas veces clandestino y subversivo entre una y otra. Pero ha sido en lo público donde hemos debido dialogar con quienes nos unen lazos familiares o de amistad, sino la voluntad política de género. Sólo en condiciones de modernidad las mujeres hemos pactado. La agenda y la ciudadanía no han sido indumentaria tradicional de género...
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