Sorpresa Dios
Cuandoterminaron, el hombre agradecido por la ayuda del otro le pidió que se quedara para que él también le diera la bienvenida a su "ilustre" visitante.
El que lo ayudó entonces le dijo:
- "No hace falta porque soy yo a quien tu estabas esperando. Yo soy tu Dios, el de hoy, de ayer y siempre".
Muchas veces nosotros pedimos ayuda a Dios, y no lo reconocemos en el hermano; nos pasan las manos y noidentificamos a Dios en ellas. Por eso es muy importante estar siempre preparados para que cuando Dios nos visite, podamos estar bien limpios, y no preocuparnos en el último momento de nuestra vida.
Dios costantemente nos visita; sólo que nosotros no tenemos tiempo para recibirle en nuestra casa. Por eso hoy te llama por tu nombre para que el pueda entrar en tu casa, en tu corazon y tenerte siemprelimpio.
La tribu
Hace mucho tiempo hubo una tribu que vivía en una oscura y fría caverna. La caverna era pequeña y la tribu vivía hacinada dentro de ella temblando de frío. Durante mucho tiempo, la tribu gritaba y se lamentaba. Era todo lo que ellos hacían. Era todo lo que ellos sabían hacer. Los sonidos que emitía la tribu en la caverna eran fúnebres; pero la tribu desconocía esto pues ellos jamáshabían conocido la alegría. El espíritu de la cueva era un espíritu de muerte; pero la tribu tampoco lo sabía pues ellos nunca conocieron lo que era en verdad la vida.
Un día ellos escucharon una voz diferente que les dijo: "He escuchado sus lamentos. He sentido su frío y he visto su oscuridad. Es por eso que he venido a ayudarlos".
La tribu permaneció en silencio. Ellos nunca habíanescuchado esa voz: la esperanza, y parecía extraño a sus oídos. ¿Cómo podemos saber nosotros que usted ha venido a ayudar?, le preguntaron al hombre.
- Confíen en mí, contestó el hombre. Yo tengo lo que ustedes necesitan.
Las personas de la cueva se acercaron a través de la oscuridad para observar la figura del extraño. Él estaba apilando algo, inclinándose de un lado a otro para recoger yvolverlo a apilar.
- ¿Qué está haciendo usted?, preguntó uno de ellos.
El extraño no contestó.
- "¿Qué está haciendo usted?" gritó otro.
Pero él no dijo nada.
"¡Díganos en este momento!" exigió un tercero.
El visitante estaba de pie y habló en dirección a las voces: "Yo tengo lo que ustedes necesitan".
Se agachó hasta el suelo y encendió lo que había estado apilando tancuidadosamente. La madera apilada hizo erupción y la luz llenó la caverna.
La tribu entró en pánico, y empezaron a gritar: ¡Apáguelo! ¡Hiere nuestros ojos!
- "La luz siempre hiere antes de que ayude", contestó el extraño. Acérquense un poco más, el dolor irá pasando pronto.
- Yo no puedo, dijo una voz.
- Yo tampoco
- Sólo un necio se arriesgaría exponiendo sus ojos a tal luz,dijo un tercero.
El extraño estaba de pie al lado del fuego y les dijo: ¿Acaso prefieren la oscuridad? ¿Prefieren el frío? No tengan miedo. Tengan fe.
Durante mucho tiempo nadie habló. Las personas trataban de cubrir sus ojos con las manos y escondiéndose unos de tras de otros. No se animaban a acercarse. El extraño estaba al pie del fuego y les dijo para animarlos: "Está caliente aquí". De pronto una voz salió del fondo de la cueva. "Él tiene razón", dijo. Es más caluroso...
El extraño volteó y vio acercarse a una mujer hacia el fuego. "Ahora puedo abrir mis ojos. Ya puedo ver" dijo la mujer.
- "Acércate", le dijo el extraño.
Ella obedeció y caminó hacia el anillo de luz.
¡ Es tan caluroso aquí!, dijo la mujer mientras extendía sus manos. "Ya no siento frío"....
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