Sospecho que he alunizado

SOSPECHO QUE HE ALUNIZADO

Wilfredo Carrizales

I

¿Hemos abandonado definitivamente la mutua influencia que se ha ejercido por milenios entre la luna y nosotros, mortales humanossatelitales? ¿La modernidad y su hija bastarda, la posmodernidad, nos obligaron de una vez y para siempre a no mirar más hacia la brillante rueda? ¿Está ella, en realidad, fuera del campo de visiónhumana? ¿Cuán profunda es la deuda lunar? ¿Cuánta verdad acarrea el reconocimiento implícito de remotas y actuales atracciones circulocerebrales?
La luna, en el tiempo de la fiebre, improvisa acordesde órgano marfileño. El espectáculo se realiza sobre la planicie que existe en el lado más loco y oscuro de la luna. Ese acto de insania no se cataloga de suceso casual. (Recordaremos y veremos yleeremos de qué se trata). Hay como un entramado de tenue visaje, no muy grande, de cristales. En lontananza pasan los días de lunas con sus hojas de flores ingrávidas, suspendidas todos los lunes delas máquinas del vuelo futuro.


II

En cierto punto, la luna se transforma en un lugar diferente para un turismo portentoso (vía Julio Verne o Cyrano de Bergerac), con serenatas permanentesincluidas. La nocturnidad en la luna parece referirse a un inusual acontecimiento de astronautas a deshora y extenuados.
Si tengo lunas, doy lunas y enmascaro dentro de sus fases. Halo de lunallena y halo hasta mi cuarto menguante de sombras. Mas, en luna nueva, me siento creciente y aluno en el blanco aposento sin edad conocida.
(Nunca tuve luna de miel por temor a las moscas y suseñor y a los mosquitos de insistente aletear).
¡A la una, la luna! A la luz de la luna canta el ratón borracho de tuna. A la luna de madre, padre la quiebra y viene el desmadre...Beethoven se quedó a la luna de Elisa y perdió hasta la camisa. ¡Pobre sordo en plenilunio! ¿Quién le reparó la luneta mientras su perro ladraba tardíamente a los cuernos de la luna? ¿Quién, eh?

III...