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LA CIUDAD DE DIOS SEGUN EL «DE
CIVITATE DEI»
DE SAN AGUSTIN*
SERGIO ZAÑARTU, S.J.

"Dos amores fundaron, pues, dos ciudades, a saber: el amor de sí mismo
hasta el desprecio de Dios, la terrena; y el amor de Dios hasta el desprecio
de sí, la celestial. La primera se gloría en sí misma; la segunda se gloría en
el Señor", etc. (14, 28; cf. p.e. 11,33; 14, 13, 1 ).
El año 410 Roma essaqueada por las hordas de Alarico. Este hecho
inaudito para los oídos del Imperio, conmueve los corazones y da pábulo a la
objeción pagana: castigo de los dioses por culpa de los tiempos cristianos.
Agustín va a responder, gracias a esta ocasión, con una obra apologética
monumental: La ciudad de Dios (contra los paganos). Este libro, de amplias
perspectivas, se mueve en el plano histórico,filosófico y teológico; es un
verdadero arsenal de la cultura antigua, reinterpretada cristianamente por el
genio de Agustín.
Hacía años que el tema de las dos ciudades ya despuntaba en Agustín.
Su fuente de inspiracion es predominantemente bíblica (p.e. 11, 1). Nuestro
autor comienza a escribir esta obra alrededor del año 412, a los 57 años de
edad, para venir a terminarla por el 427, tres añosantes de su muerte en su
ciudad de Hipona, sitiada por los vándalos.
En los diez primeros libros, Agustín refuta las objeciones de los
paganos y contraataca a la idolatría y su inmoralidad. Termina mostrándoles
a los platónicos que el único mediador es Jesucristo. Despejado así el
camino, en los doce libros siguientes nos ofrece una visión de la historia, que
comienza por la creación y terminaen la escatología. La clave principal de la
historia, bajo la justa y sabia providencia de Dios, es el desarrollo de la
Ciudad de Dios peregrinante, a la que se contrapone la ciudad terrena. Bajo
esta mirada termina de comprenderse el incidente del saqueo de Roma.
Aquí sólo pretendo, en una primera aproximación al tema, dar, para
los lectores de Mensaje, algunas pinceladas, extractando algunostextos de
un material abundantísimo. Mucho se ha discutido sobre la Ciudad de Dios y
*

Este artículo fue publicado en Mensaje (Santiago de Chile) 32(1983)398-404. Reeditado
mediante scanner.

la ciudad terrena de S. Agustín. La interpretación no es fácil, porque la
poderosa intuición augustiniana se va expresando de diversas maneras y en
moldes de tipo más bien platónico, Así, cuandonos aproximamos a lo que
creeríamos realidad (p.e. el pueblo de Israel y la ciudad de Jerusalén), ésta se
nos convierte en imagen; cuando quisiéramos asir la realidad pura, encontramos que la Iglesia es mezclada. Más escurridizo es aun el concepto de
ciudad terrena, que va apareciendo como contraposición a la Ciudad de Dios
en las diversas etapas.1 Esto mismo explica ciertas vueltas yrepeticiones
que va a tener mi "discurso" en el presente trabajo.
1- La Ciudad de Dios en el final (escatología) y en la creación
Para comprender bien lo que es la Ciudad de Dios, parece mejor
comenzar por el final. La Ciudad de Dios es la sociedad de los ángeles y de
los hombres resucitados, que poseen la felicidad eterna en la contemplación
de Dios, en la relación con Dios y entre ellos (cf.11,24). Es el reino eterno
(p.e. 15, 1,2), donde tendremos la paz perfecta, la vida eterna (19, 10s; 19,
27). "La paz de la ciudad celeste es la sociedad perfectamente ordenada y
perfectamente armoniosa en el gozar de Dios y en el mutuo gozo en Dios"
(19, 13, 1; cf. 8, 8; 19, 17). 2 "Allí descansaremos y veremos, veremos y
G. BARDY se expresa así "Estas dos ciudades pertenecen a la eternidad.Solamente, como ellas se realizan en el tiempo y como ahí revisten aspectos
tan múltiples y variables como el tiempo mismo, ellas no son susceptibles de
una definición antes de su consumación. El gran problema que Agustín encuentra aquí es el de las relaciones entre el tiempo y la eternidad, nosotros
diríamos también, entre el ser y el devenir" (La Cité de Dieu. Livres I-V, en
Oeuvres de Saint...