Spencer, biografia y teorias.
Capítulo XIV.
La ley de evolución.
107. Vamos, ahora, a comprobar la deducción con la inducción. Hemos dicho que todas las existencias sensibles deben, de uno u otro modo, y en tal o cual instante, llegar a poseer sus formas concretas, por operaciones de concentración, y hemos citado hechos que comprueban esanecesidad. Pero no habremos obtenido el conocimiento unificado que constituye la Filosofía, sino cuando sepamos cómo las existencias de todos los órdenes manifiestan una integración progresiva de materia y una pérdida simultánea de movimiento. Vamos, pues, a buscar la prueba directa de que el Cosmos en general obedece a esa ley; y para ello estudiaremos, cuanto la observación y el razonamiento lopermitan, los fenómenos que forman el objeto de la Astronomía y de la Geología, y también los que constituyen la materia de estudio de la Biología, la Psicología y la Sociología.
Nos ocuparemos preferentemente de las manifestaciones de la ley de evolución, más complejas que las hasta aquí manifestadas. Estudiando sucesivamente los varios órdenes de fenómenos, atenderemos menos al principio deque cada ser ha sufrido o sufre aún su integración, que al principio nuevo de que, en cada parte más o menos distinta de cada ser, la integración ha estado o está progresando. En vez de seres sencillos y de seres cuya complejidad se simplifica mentalmente, a propósito para estudiarlos, ahora nos ocuparemos de seres, tales cuales existen, compuestos, en su mayoría, de numerosos y variadoselementos combinados de muchos modos; seguiremos sus transformaciones, bajo cada una de sus formas, notando el paso de la masa de un estado difuso a otro más concreto, y el de todas y cada una de las partes de la masa por una transformación análoga, durante la cual toman una individualidad propia, y una vez individualizadas, se hacen más complejas.
108. Desde luego, el sistema sidéreo, por su formageneral, por sus grupos de estrellas que presentan todos los grados de densidad, por sus nebulosas en las que se ve todos los grados de condensación, y por todos cuantos aspectos se le considere, nos hace pensar que en él se opera doquier la concentración, en el conjunto y en las partes. Suponiendo que la materia del sistema sidéreo haya estado y esté sometida a la gravitación, se explican losgrandes grupos de que está compuesto: desde las masas sólidas, hasta los grupos de copos rarificados que no se pueden distinguir sino con los más poderosos telescopios; desde las estrellas dobles, hasta los agregados tan complejos como las nebulosas. Pasemos al sistema solar, sin insistir más en el sidéreo, del cual basta con la prueba ya aducida.
Admitir el sistema tan aceptable de que elsistema solar proviene de una nebulosa, es admitir que está formado por integración de materia y pérdida concomitante de movimiento. El paso del sistema solar de un estado incoherente, y difuso, en una gran extensión, a un estado sólido y coherente, es un ejemplo claro y sencillo del primer aspecto de la evolución. Según la hipótesis nebular, al mismo tiempo que se verificaba la concentración gradualdel sistema solar en todo su conjunto, se verificaba también otra concentración en cada una de sus elementos parcialmente independientes. La materia de cada planeta, metamorfoseándose sucesivamente en anillo nebuloso, en esferoide gaseoso, en esferoide líquido y, finalmente hasta ahora, en esferoide solidificado exteriormente, ha reproducido los rasgos principales de la integración del sistemasolar. Lo propio sucede a cada satélite. Además, al mismo tiempo que la materia del conjunto del sistema, como también la de cada uno de sus elementos parcialmente independientes, se integraban, se verificaba también otra integración, manifestada por el incremento de la complejidad de combinaciones entre las partes. Así, los satélites de cada planeta forman con él un grupo en equilibrio; los...
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