Sr Jose Luis

A pesar de que en mi sistema familiar no soy el hermano mayor, siempre tuve ese papel. Mi hermana mayor falleció cuando apenas tenía tres meses y mi padre murió cuando mi hermano menor apenas teníasiete días de nacido. Entre él y yo hay tres años de diferencia.

Aunque no me considero un niño dotado en absoluto, siempre cargue con una responsabilidad que no me correspondía. Ni como niño, nicomo adolescente ni como adulto: ser el hombre de la casa, el pilar de la familia, y claro que esto me trajo mis propios traumas y quizás el deseo, después de varios años de haber concluido unacarrera universitaria, de estudiar psicología y porque no, dedicarme a ella.

Desde que era un niño mi mamá me educó como pudo y con los recursos psíquicos con los que contaba una muchacha de 25 años queacaba de quedarse viuda y con dos hijos pequeños. Puedo observar, sin embargo, que algunos de los recursos utilizados quizás no fueron los más acertado para un par de niños que también acababan deperder a su padre (culpabilizarnos, hacernos sentir menos o poca cosa, entre otros).

En algún capitulo del libro se habla del desprecio a la debilidad y recuerdo claramente una anécdota con mi padre(separado de sus papás a los tres años y enviado a otro país, es decir, con muchos problemas que haber trabajado en su momento) me acomodó la regañiza olímpica más escandalosa y humillante en lahistoria de la humanidad, o al menos así lo sentí yo, y tanto fue su impacto en mi que al día de hoy, y tras 28 años de su muerte, es lo único que recuerdo de mi padre. No se cuál fue su impacto, sólo seque es el único recuerdo que tengo de él. Pero lo verdaderamente importante de esta anécdota es que hace unas semanas me vi regañando a mi hija de tres años con la misma intensidad y por las mismasrazones absurdas que probablemente tuvo mi padre. La diferencia que yo ya lo estoy trabajando en terapia, me di cuenta de inmediato, y rectifiqué.

Hablando sobre el porque decido ser terapeuta, me...