Srita.

La primera vez

Sí amigas, se siente como que la virgen
tihabla. Como que has perdido el tiempo toda la vida, como que haz cuenta que
eras un cubo Rubiq (¿recuerdan ésos de
los ochenta, decolores, que el chiste era
armarlos en sus seis caras de cada color y
hacerlo en chinga?) y que desde ahora estás armadita y deslizándote como mantequilla. Tal es el tamaño del sopetón, que
confundeslas dos lesbisituaciones que
están ahí mengambreadas.
Situación 1. Todo lo relacionado con
la muchacha en cuestión. Que está bien
sabrosa y sientes que cada pedacito de
su cuerpo no podría estarmejor ubicado;
que supiste lo que es tener montones de
orgasmos; que nunca habías podido platicar tan bien con alguien ni sentirte tan
comprendida como hasta ahora; que juntas lo anterior y todoparece indicar que
estás con el amor de tu vida.
Situación 2. Ser o no ser lechuga, he
ahí el dilema. Porque piensas que mientras
estés con ella qué te importa el mundo y,
cual Lancelota, sientes queel mundo
te las pellizca (las chichis). Que sientes
que quién sabe si eres lesbiana o no… De
hecho, seguro no, nomás es ella, pero ¿qué
importa? si ella es para siempre, porque
no hay manera deque no lo sea, porque
pa tamañazo de amor que sientes no hay
otra posibilidad, porque incluso podrías
bajar a los infiernos a buscarla si fuera
necesario. Te sientes tan segura de tu amor
—yobvio, del suyo— que te podrían cantar
mil sirenas pa tentarte y no tendrían más
efecto en tu piel que un reguetón. Porque
es como si de pronto apareciese ante
tus ojos la belleza del mundo, el color,la
felicidad, la posibilidad de sentirse por fin
completa, feliz, esperanzada, sin ganas de
querer morirse. Porque al fin y al cabo, la
suerte que tenemos las lesbianas es que
descubrimos que losomos de la forma más
maravillosa del mundo: enamorándonos.
Porque si no es así, ¿para qué arriesgarse?
El mundo no es amable como para ser
lesbiana nomás porque sí. El mundo
se pone pesado si...