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práctica médica.
3. No ha sido probada ni evaluada la eficacia de la medición del riesgo (mediante test psicométricos) en los adolescentes, incluso en aquellas poblaciones especialmente vulnerables
como las gimnastas, bailarinas y deportistas en general. No obstante parece necesario que
en ciertos grupos expuestos a “factores de riesgo”, se extreme la vigilancia activa e incluso se valorenposibles comportamientos o actitudes sugerentes de un TCA. la exploración
con un test psicométrico podría estar recomendada.
4. Los adolescentes y jóvenes sometidos a dietas de adelgazamiento deberían asimismo
tener supervisada su actitud ante la alimentación.
Terapéutica y atención sociosanitaria.
Además del desarrollo de unidades especificas de diagnóstico y tratamiento de los TCA parecenecesario poner especial énfasis en:
1. Establecer protocolos de asistencia específica a estos pacientes, realizando un adecuado
seguimiento de la evolución y de los resultados obtenidos.
2. Favorecer un marco familiar y del entorno inmediato del paciente, en el que se desarrolle
una actividad terapéutica integral.
3. Mejorar la información de registro de los pacientes con tratami
Investigación.Todavía hay muchas preguntas sin responder sobre los TCA. Algunas de estas preguntas necesitarán programas de investigación básica o aplicada. Entre estos, se han extraído cuatro, que a la luz
de este trabajo, parecen prioritarios:
1. Realizar evaluaciones y análisis periódicos de la información registrada.
2. Estimar el riesgo en los períodos tardíos de la infancia.
3. Valorar loscomponentes y factores psicológicos y sociales condicionantes de la distorsión de la
imagen corporal.
4. Valorar los factores biológicos y genéticos implicados en la génesis de los TCA.
1. Fomentar el nivel de alerta, mediante la formación y la información de padres y educadores, frente a estos problemas de salud.
2. El médico de familia y el pediatra de atención primaria deben actuar como agentes desalud, vigilando y detectando la posible aparición de un TCA y orientando terapéuticamente al paciente y a la familia. Los protocolos de detección y asistencia de los TCA deben
generalizarse en la práctica médica.
3. No ha sido probada ni evaluada la eficacia de la medición del riesgo (mediante test psicométricos) en los adolescentes, incluso en aquellas poblaciones especialmente vulnerablescomo las gimnastas, bailarinas y deportistas en general. No obstante parece necesario que
en ciertos grupos expuestos a “factores de riesgo”, se extreme la vigilancia activa e incluso se valoren posibles comportamientos o actitudes sugerentes de un TCA. la exploración
con un test psicométrico podría estar recomendada.
4. Los adolescentes y jóvenes sometidos a dietas de adelgazamiento deberíanasimismo
tener supervisada su actitud ante la alimentación.
Terapéutica y atención sociosanitaria.
Además del desarrollo de unidades especificas de diagnóstico y tratamiento de los TCA parece
necesario poner especial énfasis en:
1. Establecer protocolos de asistencia específica a estos pacientes, realizando un adecuado
seguimiento de la evolución y de los resultados obtenidos.
2. Favorecer unmarco familiar y del entorno inmediato del paciente, en el que se desarrolle
una actividad terapéutica integral.
3. Mejorar la información de registro de los pacientes con tratamiento especializado.
Investigación.
Todavía hay muchas preguntas sin responder sobre los TCA. Algunas de estas preguntas necesitarán programas de investigación básica o aplicada. Entre estos, se han extraído cuatro,que a la luz
de este trabajo, parecen prioritarios:
1. Realizar evaluaciones y análisis periódicos de la información registrada.
2. Estimar el riesgo en los períodos tardíos de la infancia.
3. Valorar los componentes y factores psicológicos y sociales condicionantes de la distorsión de la
imagen corporal.
4. Valorar los factores biológicos y genéticos implicados en la génesis de los TCA.1....