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Dicen que los árboles no dejan ver el bosque, pero el período más interesante de la investigación sigue siendo el momento en que el historiador comienza a tener una visión de conjunto, cuando todavía no se ha disipado la bruma que cubre los horizontes lejanos, de suerte que no se ha distanciado en los detalles de los documentos en bruto, y que éstos conservan aún toda su lozanía.

Así, con unabella alegoría metodológica, comienza el prologo a esta edición de un libro cuyo uso en la investigación histórica, educativa, sociológica y antropológica ha sido intenso y productivo por décadas. Es difícil hallar trabajos referidos a la cuestión de la infancia que no principien aludiendo a los clásicos estudios de Ariés y a su tesis central de este libro: que los niños, a principios de la eramoderna y durante mucho más tiempo en las clases populares, vivían "mezclados con los adultos". Y que los sentimientos de adultos hacia niños, finalmente, no son "naturales" ni ahistóricos, sino muy al contrario, producto de procesos sociales, culturales, demográficos, y que mutan a lo largo del tiempo.

Desde un punto de vista actual, esta tesis ha sido reelaborada para entender, por ejemplo,los diferentes discursos que circulan en el ámbito de las ciencias sociales sobre la infancia y la juventud en sus distintos aspectos. Un trabajo de Revilla Castro dentro de esta línea, desarrolla una descripción de "la mitificación de lo juvenil, el narcisismo, la juventud como producto social y como agente de cambio, la subcultura juvenil y su contestación, la transición a la vida adulta, ladiscriminación de la juventud, la búsqueda de la identidad y la diversidad de lo juvenil" como discursos que tallan un modelo. (ver trabajo referido)

En "Jóvenes, tecnología, participación y consumo", por su parte, Sergio Balardini analiza las "formas de constitución de lo juvenil", a partir de una lectura diacrónica "que permita dar sentido a las diferencias entre generaciones y, por otra parte,sincrónica, desenmascarando las lógicas productiva y cultural contemporáneas, tan estrechamente vinculadas a las formas de ser adolescente hoy, prestando especial atención a los atributos novedosos de los sujetos a los que refiere y a los principales desafíos que se presentan para el análisis". Balardini retoma la definición histórica de Ariés de juventud, enfoca también la vida escolar como el"contexto básico o crucial de la juventud", para mostrar que, además, esta inscripta en una relación de poder. (ver trabajo referido / link alternativo)

El estudio de la infancia es un tema de creciente interés para la disciplina histórica en sus diversas orientaciones, y como afirma Piedrahita, el proceso de surgimiento de la infancia como categoría invisible/invisible y como representación de unsentimiento de sociabilidad propiamente moderno, se han vuelto esencial hoy en día para prácticamente todas las sociedades, desarrolladas o no. Piedrahita retoma los conceptos de Ariés y comenta la constitución de un objeto en la obra de este autor: la "historia tácita" de los sentimientos presentes en la cotidianeidad del pasado. Según Ariés, dice la autora, "se pasa de una sociedad amplificadaen la que el niño, cuando apenas era capaz de valerse por sí mismo, vivía ya como adulto en medio de los adultos, "libre", en cuanto ser autónomo y productivo, a una sociedad que se encierra en núcleos familiares, privatizando a la infancia y segregándola mediante diversos sistemas "educativos" que implican la intervención de la autoridad paterna y la vida regulada por regímenes disciplinarios, yasea en el seno de la familia o en la escuela." Y agrega comentarios sobre un tema esencial en Ariés: existía de hecho en el período que analiza, "un sentimiento superficial del niño -que Aries denomina el "mimoseo" (mignotage)- reservado a los primeros años cuando el niño era una cosita graciosa. La gente se divertía con él como si fuera un animalillo, un monito impúdico. Si el niño moría...