Stela Maris

Stela Maris.

Dicen que en las noches oscuras de la mar, sobre la piel tersa del océano o sobre la rizada y amenazante superficie oscura, se elevauna estrella. Los marinos, a falta de mejor nombre, la llaman Stela maris, aunque nadie, ni de la tierra ni del mar, saben a ciencia cierta cual sea laforma exacta de llamarla.
Dicha circunstancia, el misterio del nombre de la estrella en cuestión, no tendría mayor transcendencia si no fuera porlas trágicas consecuencias que la ignorancia del mismo solía acarrear. En efecto, según las más antiguas y fidedignas leyendas del viejo oficio de loshombres de la mar, por mucho que dichas historias nunca hayan merecido demasiado crédito por parte de quienes nunca se han visto en medio de esainmensidad sin más cobijo que una estructura de madera o metal que se empequeñece sin medida conforme se aleja del puerto y sin más sustento para sus exiguasfuerzas que el valor o la temeridad, recursos ambos que han servido durante siglos de último recurso frente a la fuerzas combinadas de la naturaleza yel miedo; pues bien, según esas historias o leyendas o como quiera llamárselas, cuando la Stela Maris se eleva en el horizonte en una noche tranquila,los vientos de la galerna la siguen sin remisión. Solo aquel marino que sea capaz de pronunciar su veradero nombre, conseguirá apaciguar y domeñar lasfurias desencadenadas y salvar, lo que en última instancia es mucho más importante, sus miserables vidas.
Una noche de luna en mitad del estrecho...