Sublime

Adiós al grande Sábato
El mundo amaneció de luto la mañana del sábado pasado. Una bronquitis acabó con la tenue vida del literato Ernesto Sábato. El argentino universal dejó deexistir a sus 99 años. Escribió alrededor de veinte ensayos y tres novelas, luchó por los derechos humanos y ha sido considerado como un faro de la ética.
Noveno de once hermanos. Fue unpersonaje multifacético y con talento desbordante. Licenciado en física, también se desarrolló en la literatura desde 1941. Ya en su vejez, invadido por la ceguera continúo creando yexperimentando, esta vez en el universo de la pintura.
El autor de la trilogía de novelas ‘El Túnel’ (1948), ‘Sobre héroes y tumbas’ (1961) y ‘Abbadón el exterminado’ (1974) fue galardonadocon premios como a la Mejor Novela Extranjera en Francia en 1976, al año siguiente Italia le concedió el premio Médici, mientras que en 1984 recibió el premio Miguel de Cervantes,máximo galardón literario de habla hispana.
Siempre será recordado como un defensor incansable de la libertad y los derechos humanos. Al hacerse cargo de la CONADEP (Comisión Nacionalsobre la Desaparición de Personas), abrió las puertas para el juicio a las juntas militares por las barbaridades cometidas durante la dictadura argentina.
En la mañana del 30 de abril sucompañera y colaboradora Elvira González Fraga confirmó la triste pérdida. “Estaba sufriendo hace tiempo, pero todavía pasaba algunos momentos buenos, principalmente cuando escuchabamúsica”, contó acerca de los últimos días del literato. Posteriormente, sus restos fueron enterrados en el cementerio Jardín de Paz, en Pilar.
Sábato ahora descansa en paz y ésta, sea talvez, su frase más representativa e irónica: “La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza aprenderlo, ya hay que morirse”.

Vanessa Villavicencio