sudan del sur
Por Matthew Teague
Más tarde, cuando Roger Winter recorría los campamentos etíopes, miraba detenidamente las caras de los chicos y se le partía el corazón.Caminaban sobre piernas delgadas, algunos con los dientes marcados en sus mejillas consumidas, otros con los ojos saltones, ciegos de hambre y enfermedades. Se preguntaba si alguna vez volvería a ver aalguno de ellos convertido en hombre.
Muchos de los chicos estaban malnutridos debido a que el gobierno del norte de sudan había aprendido a utilizar el alimento como arma. Al principio, lospobladores de todo el sur se apiñaban en áreas abiertas cuando escuchaban aviones sobrevolando, porque a eso siempre le seguían cargas de comida, de manera que el gobierno comenzó a enviar aviones quetiraban bombas justo después. Eso tenía un efecto doblemente devastador: unas cuantas bombas podían matar multitudes enteras de personas, y enseñaba a la gente a temerle a la comida que se lanzaba desde elaire de manera que se morían de hambre fuera del alcance de la vista.
Una crueldad similar en Darfur llevaría a la corte penal internacional en La haya a emitir una orden de arresto en marzo de 2009para el presidente de Sudán Omar al-Bashir, por crímenes de guerra y contra la humanidad. En julio del 2010 también fue acusado de genocidio y se emitió una segunda orden de arresto en su contra.Logocho esperaba unirse a las fuerzas de combate, pero no podía sostener un AK-47 lo suficiente como para apuntarle a un objetivo. Así que por 6 meses, en el campo de entrenamiento de Bonga, aprendióotras habilidades tácticas, desde avanzar pecho tierra hasta cómo mantener secretos. Cuando John Garang en persona acudió a hablar con los reclutas, dio un discurso entusiasta, repartió uniformes ylos dividió en dos grupos. Los chicos más altos y los hombres podían unirse a la lucha, y Logocho y los demás chicos más pequeños debían ir a la escuela en el campo de refugiados de Dima, con sus...
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