Suicidas del Fin del Mundo

Los suicidas del fin del mundo

A fines de los años noventa, una ola de suicidios conmovió a Las Heras, un pequeño pueblo petrolero de la provincia de Santa Cruz. La mayoría de los muertos tenían entre catorce y cuarenta años y eran habitantes emblemáticos de la ciudad, hijos de familias modestas pero tradicionales. Sin embargo, la lista oficial de esos muertos nunca fue confeccionada. LeilaGuerriero viajó hasta la Patagonia, interrogó a los familiares y amigos de los suicidas, recorrió las mismas calles y visitó cada rincón del pueblo. El resultado es este relato descarnado y preciso que no sólo reconstruye los episodios trágicos de estos años sino que cuenta magníficamente la vida cotidiana, la cual en muchos casos era triste y desolada, de una comunidad alejada de las grandesciudades. Las Heras, con su gran magnitud de desempleo y falta de futuro para los más jóvenes, es un enigma cuya resolución dista de ser definitiva: los suicidios, como un destino nefasto, se suceden hasta hoy. Que devela una realidad marcada por el horror, los prejuicios y la indiferencia.
Leila recorre el pueblo santacruceño perturbado por la gran cantidad de suicidios, alejado del mundo ysobreviviendo del petróleo, un día un chico se mata. Otro día se mata otro. Y otro día una chica. Y otro día otro más. Si fuera ficción, sería un guión poderoso. Pero el libro de Leila Guerriero, Los suicidas del fin del mundo, es un libro periodístico.
Cuando viajó a Las Heras ahí quedó, un poco atrapada por los caminos cortados, otro poco por la historia de muertes en un sitio olvidado de laArgentina. En las 230 páginas del texto, la autora va recorriendo de casa en casa, literalmente a contraviento, preguntándose por qué allí los jóvenes se matan. La desolación, el deterioro, el detrimento del clima, el desempleo, el futuro imposible, una secta satánica, nada termina de explicar por qué Las Heras debió vivir una ola de suicidios que se llevó a una gran cantidad de sus chicos, a los másdesesperanzados.
Muertes repentinas, casi siempre mediante el ahorcamiento, en algunos casos, en las calles de la ciudad. Las muertes son tantas y los familiares, amigos y novias que llegan detrás de esas muertes, tantos más que en el último tercio del libro, los nombres y los cruces de esos nombres se vuelven un poco abrumadores. De todas maneras, se trata de un libro decididamente intenso el cualse sumerge dentro de un pueblo de la argentina que nadie se toma el trabajo de mirar.
Leila ya había escuchado tantas teorías para explicar las razones de porque ocurrían los suicidios. Algunos decían que todo era culpa del petróleo, porque estaban todo el tiempo trabajando en los yacimientos y cuando llegaban a sus casas solo querían comer y dormir. No les daba el tiempo para preocuparse, porpreguntar si su hijo o hija fue o no la escuela, o si tal vez, su esposa tiene problemas.
Otros decían porque sí solamente, porque no había nada para hacer en Las Heras y no podían progresar y ser alguien en la vida, por la falta de esperanzas o la posibilidad de un futuro, porque estaban aburridos, porque no se llevaban bien con sus padres, porque no los tenían o por tener demasiados, otros porquelos adolescentes tomaban tanto alcohol y tantas drogas, por salir de noche y andar con mujeres de los cabarets, algunos otros por traumas de la adolescencia e infancia, porque en algunos momentos de sus vidas fueron insultados, maltratados o golpeados. Y en otros casos por no poder ver a sus padres o madres o tal vez porque simplemente fueron abandonados. Estos eran los distintos interrogantes ypreguntas que se hacía Leila, sin embargo solo eran teorías de la gente del pueblo. Aunque lamentablemente las cosas, se empeñaban en no tener respuesta.
Los datos de General Las Heras eran elocuentes y alarmantes. Ya que había alta desocupación, violencia, elevados niveles de deserción escolar. Pero el más preocupante era el de los suicidios de jóvenes: veintidós en un año y medio. Si bien la...