Suicidio
Por César Rovelo Jiménez
Desde la carencia de estudios profundos y científicos acerca del sostenido aumento en el número de casos en los últimos siete años, hasta los retos de la psicoterapia para el psiquiatra -quien requiere de mayor conocimiento de sí mismo y mayor madurez como persona para aplicarla-, así comola certidumbre de que "nadie tiene la salud perfecta... ni física ni mental", el doctor Julio Torres Castro, único psiquiatra en el Sureste con 50 años en la práctica, hace un recuento de las dudas que estigmatizan al suicidio en Yucatán.
Torres Castro, quien figura entre los pocos psiquiatras del país con cinco décadas en el ejercicio de la especialidad, con una trayectoria profesional quedata de 1952 en el entonces hospital "Leandro León Ayala", advierte que las causas del creciente número de suicidios en Yucatán -que sitúa en el ámbito nacional a la entidad entre las de mayor índice con casos de esa índole- "no han sido investigadas cuidadosamente".
"Falta por conocer más acerca de la situación real del suicidio en Yucatán", puntualiza el doctor Torres Castro, ex director delhospital Psiquiátrico Yucatán, donde forma parte del cuerpo de especialistas dedicados a la consulta externa. "Lo que tenemos son datos difundidos por la prensa y ni siquiera podemos decir que esas cifras son reales, pues reflejan pálidamente el problema debido a que muchas veces se oculta que alguien intentó suicidio o lo consumó... los intentos, con más razón, quedan en la penumbra".
TorresCastro calculó -"pues ante la falta de investigaciones específicas sólo podemos enunciar conjeturas"- que por cada suicidio hay de tres a cuatro intentos y consideró válido, en consecuencia, elucubrar acerca de que mediaron alrededor de 600 intentos al menos por los 211 suicidios contabilizados en Yucatán entre enero y estos últimos días de noviembre de 2002, una cifra que superó ya la cantidad dehechos de esa naturaleza reportados por diversas autoridades yucatecas en el 2001.
Incluso, observa el especialista, sería mucho mayor la cifra de personas sólo con pensamientos suicidas, con la "rumiación" -un eufemismo correspondiente a la ideación obsesiva- y la planeación suicida, que constituyen etapas anteriores al intento, a la actuación abierta del impulso.
Línea de conjeturas
Antela falta de investigaciones científicas y siguiendo con la línea de las conjeturas, con base en su vasta experiencia en la psiquiatría, Torres Castro consideró que "los tonos depresivos" podrían reportarse entre el 10 y el 15 por ciento de la población en el estado, y de dicho porcentaje entre el tres y el cuatro por ciento correspondería a personas que planifiquen cometer un acto de esa índole,"que rumien, digamos," pensamientos de esa naturaleza.
El suicida, explica, pierde el miedo a la muerte, la ve como una liberación. Ante los trastornos de la afectividad tiene cambios de los sentimientos biofìlicos, de amor a la vida, y necrofílicos. Cursan un estado de desesperanza durante el cual no aprecian una solución a sus problemas.
Estableció que el acto suicida puede presentarse comoun impulso violento, repentino, o ser consecuencia de una planeación. "La mayoría de la gente lo rumia; antes le da muchas vueltas a la idea; muchos lo planean. Los actos impulsivos corresponden a gente bajo efecto de drogas o alcohol".
Cita las estadísticas publicadas por los periódicos locales y el constante aumento de las cifras anuales de suicidas, cuyo número ascendió de 66 en 1995 a 112en 2001 y 114 en lo que va de este año. Los números incluyen a muchos jóvenes "y no sabemos a ciencia cierta el porqué".
Muchos suicidios reportados este año en Yucatán, en Mérida como en diversos municipios, ocurrieron en las cárceles, con personas alcoholizadas o drogadas que habían sido detenidas y trasladadas a los recintos por desórdenes públicos. "Es muy común que la gente deprimida,...
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