sujeto psicoanalisis
Es en tanto que el Otro es un sujeto como tal, que el sujeto en ese momento se instaura y puede instituirse él mismo como sujeto, que se establece en ese momento esa nueva relación al Otro por la cual tiene que hacerse reconocer, en este Otro, como sujeto. Ya no más como demanda, tampoco como amor, sino como sujeto.[2]
Nos encontramosaquí frente a una situación que se volverá luego impensable: un sujeto viéndoselas directamente con ese gran Otro y a la espera de ser reconocido como sujeto. El Otro-sujeto, desprovisto de lo que le permitiría garantizar el valor de sus actos y sustraerlos al deslizamiento indefinido de la significación. Otro “tesoro de los significantes” que no está en condiciones de producir ese que testificaríadel destino de su amor o su buena voluntad y valdría como significante/signo de ese sujeto.
Sujeto-corte
Ese sujeto tropieza así con el punto dramático del orden significante en un choque inédito que liga dos acontecimientos diferentes y conexos: por un lado, en esa súbita sustracción del Otro, el sujeto se desvanece marcado por un fading característico y por otro lado, ante eldesfallecimiento simbólico, se ven convocados los medios de lo imaginario en un mecanismo propio de la psicosis que Lacan concibe en su seminario sobre el tema. El 20 de mayo, dará tres ejemplos de ese “objeto-corte”: el objeto pre-genital, el falo y el delirio. La conjunción de esos dos acontecimientos escribirá en la fórmula del fantasma la conjunción/disyunción de ese sujeto marcado por la barra (fading)y de ese objeto petit a, que, aunque imaginario, toma en el hilo de estas sesiones de mayo del ’59, un valor de corte que lo emparienta formalmente con un sujeto también él en vías de ser concebido como corte.
Es decir que la maniobra que instala el fantasma ante el desfallecimiento del Otro entre simbólico e imaginario, entre cadena inconsciente y modelo especular (“la función delnarcisismo”), permite concebir “lo que pasa a nivel del estadio del espejo, a saber la inscripción, la situación donde el sujeto puede ubicar su propia tensión, su propia erección en relación con la imagen más allá de sí mismo que tiene en el Otro”.[3]
Después de estas precisiones, puede ser develada una extraña “fatiga” del sujeto en relación con las tesis sobre el esfuerzo de Maine de Biran, que permite,extrañamente, releer la tesis de Lacan sobre el estadio del espejo a la luz del nuevo estatuto del sujeto concebido como corte de la cadena significante.
Al concebir el fantasma, Lacan tiene un elemento del mismo temple que el esfuerzo biraniano: en él, el sujeto se hace objeto, sin cesar por ello de ser sujeto, y eso debido a que ambos pertenecen a un mismo estatuto de “corte”. Debido a esasustracción del Otro intimado a responder en verdad, ese sujeto (tan narrativizado en la presentación) no tiene otra salida que la de poner por delante ese valor imaginario que Lacan nombra desde hace ya algunos años “objeto petit a”, letra acrónima que da cuenta de su origen especular. Extraño casamiento, indica Le Gaufey, a los ojos de los futuros lacanianos, entre la organización fantasmática...
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