SUMAPAZ

RELATO.

Ringggggggg. Suena mi despertador. Son las 6 de la mañana. ¿Qué diablos hago yo levantándome un domingo a estas horas? ¿Por qué no me quedo calentita en la cama? Pues porque me voy paraSumapaz, el páramo más grande del mundo con 178.000 hectáreas que está muy cerca de Bogotá y tengo que darme prisa porque me están esperando.
Salgo de mi casa y camino una cuadra hacia el sur, endonde me espera el bus que hace el recorrido hasta allá, pago los 4.000 pesos del valor del transporte, me subo y escojo un lugar al lado de la ventana. El bus arranca y empieza el viaje…
El bus sube, ysube, y sube, y sube, y sube… hasta que hace su primera parada en el pueblo de Usme allí me espera mi gran amigo Camilo. Camilo es un amigo de barrio que estudia diseño grafico en la universidadnacional de Colombia; tiene unos ojos grandes de color marrón, es alto y delgado, pero lo que más lo define sin duda alguna es una cresta que de largo debe medir a aprox. 20 cm….Le hago señas por laventana y el sube y ocupa su lugar a mi lado, de nuevo el bus sube, y sube, y sube, y sube… solo se detiene para realizar las paradas establecidas. Al principio la pendiente era muy manejable, pero a medidaque ganábamos altura la subida se tornaba más complicada.
¡Luego de casi una hora y media de recorrido se empieza a evidenciar el cambio de paisaje y de clima! saco una chaqueta grande e impermeableque siempre me acompaña en mis visitas regulares.
De repente el bus frena y el conductor indica que hemos llegado a nuestro destino.  Estamos en medio del bosque de montaña. Empiezo a oír mi corazón–pom-pom-pom- y mi respiración se acelera. Me concentro. Ahhhhhh, como me emociona estar inmersa en un lugar como este. La vegetación es preciosa. Qué maravilla el color violeta intenso de las floresque hay en el camino. El frio y la neblina te abrazan. El suelo del páramo está cubierto casi en todas partes por una vegetación muy tupida, donde predomina la paja, el frailejón, y el musgo....